La Selectividad volvió a mostrar su cara más predecible, aunque no del todo. Los alumnos más avispados y que asumen más riesgos, también, se la habían jugado a los acontecimientos más relevantes registrados en los últimos meses y que les hacían sospechar las preguntas. En un caso acertaron con Gabriel García Márquez, autor colombiano, ganador del Nobel de Literatura, fallecido esta pasada Semana Santa. En otro fue una decepción, pese a que era un tema temido en Historia: la Transición. La muerte reciente de Adolfo Suárez y la abdicación del Rey lo ponían la pregunta en bandeja. Pero no ha sido tenido en cuenta por la Universidad Pablo de Olavide, que este año se ha encargado de elaborar las pruebas.

Casi 7.200 alumnos de la provincia de Málaga comenzaron ayer, bien temprano, estos temidos exámenes que servirán para que accedan a la Universidad y que a partir de las 8.30 horas se desarrollaron sin incidentes destacables de forma coordinada en las ocho provincias andaluzas, según informó María Jesús Morales, la vicerrectora de Estudiantes de la UMA. Algún DNI olvidado que, como novedad este año, no ha impedido que los alumnos se examinen, aunque tienen que llevarlo antes de 24 horas para certificar el titular de las pruebas. Para ello, el presidente de cada tribunal les ha hecho una foto con el móvil para que no haya posibilidad de engaños ni picaresca.

La institución académica malagueña volvió a establecer 17 sedes para que los alumnos procedentes de Bachillerato iniciaran las pruebas de la fase general. Hoy continuarán con las primeras de la fase específica, diseñada para que puedan subir nota.

Por tercer año consecutivo, en Lengua, no hubo texto periodístico, lo que deja de ser una sorpresa. Los alumnos tuvieron que elegir entre realizar un comentario de texto de la obra de teatro Luces de bohemia de Valle-Inclán (como el año pasado) y el ya referido de García Márquez, en concreto, de la obra Crónica de una muerte anunciada, una novela obligatoria en Bachillerato.

Tras el descanso, que más que nada sirvió para dar un último repaso a los apuntes, a las 10.45 horas comenzó el segundo examen. En este caso, las pruebas de Historia de España y de Historia de la Filosofía. Los alumnos pudieron elegir entre una y otra materia. Y dentro de cada una, también tenían dos opciones. El Sexenio Revolucionario (1868-1874). Intentos democratizadores. De la revolución al ensayo republicano y La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) cayeron en historia. Ni rastro de la Transición. Ni de la Constitución de 1978. Aunque la primera pregunta fue muy celebrada por algunos profesores. Se ve que lo habían preparado a conciencia y confiaban en los buenos resultados de sus alumnos.

En Filosofía volvieron los clásicos, después del amago del pasado curso en el que tocaron Nietzsche y Carlos Marx. En esta ocasión, Descartes y su discurso del Método fue fiel a su cita. En realidad, el filósofo francés es recurrente y es, junto a Platón, todo un clásico en los exámenes de Selectividad. La otra opción que tuvieron los estudiantes para responder era Kant.

La jornada concluyó con la prueba de lengua extranjera. El examen de inglés, realizado por la mayoría, exigía analizar uno de estos dos documentos: Cash rain down from skys o Married at eleven. Del mismo modo, tenían que desarrollar un texto de unas 120 palabras sobre cada uno de los temas.

La PAU, que puede que sea definitivamente suprimida en el curso 2017/18, según se recoge en la propuesta del Ministerio de Educación, continúa hoy con la fase específica. La mayoría de los alumnos comprobaron ayer que no es tan fiero el león como lo pintan, lo que da cierta tranquilidad tras unas vísperas de muchos nervios. Ellos creen que la Selectividad es el sistema más justo.