La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado al alemán P. R. B. por el asesinato del abogado Salvador Andrés Reina, cometido en la mañana del 2 de marzo de 2012, cuando el primero fue al despacho del segundo para contratarlo como letrado y, tras proponerle que le acompañara a Marbella para pagarle, acabó dándole una paliza y apuñalándolo en un maletero.

El alemán es sentenciado a 19 años por el asesinato, a un lustro por el delito de robo violento agravado por el empleo de arma y un año y cuatro meses por estafa continuada. Asimismo, deberá indemnizar a la viuda en 133.750 euros más otros 1.200; a su hijo tendrá que abonarle 55.728, y 22.291 a la hija. También deberá hacer frente a las costas, incluidas las de la acusación particular, ejercida por el Colegio de Abogados de Málaga.

El acusado, de 55 años, se presentó a las 11.00 horas de la mañana del 2 de marzo de 2012 en el despacho profesional de Salvador Andrés Reina, ubicado en la calle Martínez Maldonado, para contratar sus servicios por un tema penal. Así, concertaron 1.000 euros de honorarios, y el procesado le pidió al letrado que lo llevara a un centro comercial de Elviria, en Marbella, donde un conocido le iba a dar 500 euros.

El tribunal considera probado que se subieron a un Volvo y, cuando llegaron a Elviria, P. R. B. amedrentó al jurista con «un arma blanca que portaba, haciéndole parar el coche; se apoderó de la cartera y lo conminó a que le facilitara el número pin de su tarjeta de crédito».

Poco después, lo inmovilizó «atándole las manos con cinta de celofán que había cogido del despacho de la víctima, lo sacó del coche arrastrándolo por el suelo y lo obligó a meterse en el maletero, donde lo golpeó repetidamente dándole puñetazos». Incluso, llegó a pincharle en un arma blanca en la cabeza, y le asestó un navajazo letal en el cuello, causándole heridas inciso punzantes.

La muerte, concluyeron los forenses, pudo deberse «a un combinado de hemorragia, asfixia y shock, pudiendo la víctima haber sobreviviendo algún tiempo, estimado como corto pero difícil de determinar».

El procesado condujo luego el coche de la víctima hasta la calle Ramón Alarcón de Málaga. Hizo luego uso de la tarjeta bancaria, de forma que a las 14.23 horas del 2 de marzo de 2012, en el cajero automático de una sucursal bancaria de Caleta de Vélez, extrajo 600 euros; a las 00.10 horas del 3 de marzo de 2012, en El Morche, retiró otros 600 euros. A las 6.32 horas del 4 de marzo de 2012 intentó de nuevo otra extracción de un cantidad idéntica en una oficina de Torre del Mar, «si bien no lo consiguió al quedar retenida la tarjeta por estar bloqueada».

En su vivienda se intervinieron la chaqueta del finado y 450 euros. El acusado había sido condenado por robo y era reclamado por las autoridades alemanas por estafa, robo cualificado y lesiones. Otro juzgado malagueño lo reclamaba por apropiación indebida.