En 2012 la dirección de Limasa realizó un estudio que evaluaba el ahorro que obtendría la empresa si ésta se convirtiera en cien por cien municipal. El estudio, que era muy cauteloso, señalaba que entre 2013 y marzo de 2017 en que finalizaba la contrata, el ahorro oscilaría entre los 21 y los 47 millones de euros, en total, dependiendo del tratamiento que se diera al IVA. La conversión en municipal de la empresa significaba la supresión de los dividendos a los privados, de la asistencia técnica, del impuesto de sociedades, de la compensación para garantizar el 2% de beneficio y del IVA total o parcialmente.

Si los ahorros que evaluaba ese estudio se pudiesen trasladar al ejercicio del 2014 resultaría que se podría suprimir los 8,5 millones de compensación para garantizar el 2% de beneficios, los 2,1 millones en concepto de asistencia técnica, los 5,5 millones pagados por IVA y otro 1,8 de impuesto de Sociedades. Ello supondría que sólo el año pasado el ahorro podría haber llegado casi a los 18 millones de euros.

Es por ello que de cara a la finalización de la contrata de Limasa en marzo de 2017 y dado que se descarta recurrir a la prórroga de la misma que es de ocho años, el equipo de gobierno del Ayuntamiento estudia diversas fórmulas de gestión de la nueva empresa, siendo una de ellas la municipalización por ser la que más ahorro devenga. El Ayuntamiento no quiere repetir la fórmula actual de empresa mixta con un 51% en manos privada y 49% municipal, dado los problemas que ha generado en los último años y además de la municipalización estudia mantener la empresa mixta pero con otra correlación de fuerza.