­El pleno ordinario correspondiente al mes de marzo en la Diputación centrará el debate político en la existencia de estas instituciones. Barrunta a discusión en tercera persona, y con habilidad casi poética para poner de relieve la habilidad de PSOE y PP a la hora de unificar el criterio cuando alguien trata de romper viejos moldes establecidos y firmemente enraizados. Ambos partidos presentarán hoy sendas mociones para defender a la Diputación después de que el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos para formar un hipotético gobierno a nivel nacional haya puesto en solfa su vigencia.

Enchufismo, burocracia y duplicidad. Son sólo algunas de las palabras que se utilizan en la calle para describir una aparición postconstitucional pensada para garantizar la vertebración del país sin sacrificar del todo el poder de las autonomías. Ayer, el portavoz de Ciudadanos, Gonzalo Sichar, se encargó de introducir en la tradicional rueda de prensa de los portavoces previa a la celebración del pleno estas alusiones metafóricas, mostrándose especialmente crítico con el frente común entre socialistas y populares para defender las diputaciones. Sichar habló de partidos tradicionales enrocados en «mantener viejos vicios» y no dudó en tildar a estas instituciones provinciales de «chiringuitos». Sobre el papel del PSOE en particular, insistió en lo que consideró la contradicción de aspirar a gobernar al país creyendo estar de acuerdo con Ciudadanos en que las diputaciones son prescindibles, mientras que en Málaga se defiende lo contrario. «Nosotros creemos necesario acabar con estos monstruos repletos de cargos de confianza que hemos heredado de la vieja política», sentenció aludiendo, además, a que se trata de una «institución que se gasta el 60% de su presupuesto en la propia institución».

Aunque idénticas en esencia, el portavoz del PSOE, Francisco Conejo, se encargó de matizar la diferencia entre la moción que presentará su partido y la que impulsará el PP, señalando que los socialistas aspiran a «modernizar» las diputaciones. Acto seguido, desglosó lo que sería un plan de ruta destinado a hacer de la Diputación una especie de herramienta exclusiva al servicio de los municipios menores de 20.000 habitantes. Sin hablar aún de medidas concretas, afirmó que «tienen que ser instituciones útiles para garantizar los servicios esenciales a municipios menores de 20.000 habitantes», además de «mejorar su funcionamiento para que lleguen más ayudas a los pequeños ayuntamientos».

A falta de saber si finalmente PP y PSOE unificarán su propuesta en una misma moción, la portavoz del PP, Francisca Caracuel, defendió la unanimidad en el discurso de su partido sobre las diputaciones y resaltó la sensibilidad del PP para seguir avanzando en materia de transparencia y eficacia. Igualmente, destacó la habilidad de los populares para impulsar el funcionamiento de la Diputación desde que se hicieran cargo de ella en 2011.

Debate vacío. «Un debate de cara a la galería». Así se refirió el portavoz de IU, Guzmán Ahumada, a la controversia a desarrollar. Advirtió del peligro de prescindir de las diputaciones sin que exista otro mecanismo de financiación para los pequeños municipios. Así, aseguró que su partido aboga por un debate más amplio que lleve a reestructurar la actual financiación de los pequeños municipios, empoderando su capacidad de decisión contando con la asistencia económica que incremente su autonomía. Adelantó, en este caso, que su formación se abstendrá en la votación. En un criterio similar a Ciudadanos, Rosa Galindo, portavoz de Málaga Ahora, aseguró que su partido también apuesta por la eliminación de las diputaciones y aboga por reforzar a los pequeños municipios.