La familia de Manuel José García Caparrós, sindicalista asesinado en Málaga en la manifestación autonómica del 4 de diciembre de 1977, ha pedido al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un «cambio absoluto de sensibilidad» con este caso para que se recopile toda la documentación sobre lo sucedido, se desclasifique y esa información venga a Andalucía para ponerla a disposición de los familiares.

Así, las hermanas de García Caparrós, junto con el abogado Luis Ocaña, presentaron ayer una solicitud ante la Subdelegación del Gobierno, dirigida directamente a la Presidencia del Ejecutivo central, solicitando todos los expedientes que haya, no sólo en el Congreso, sino también en los ministerios de Justicia o de Interior, u otros organismos.

Según el letrado, el objetivo es que «toda esa documentación venga a Andalucía para que por primera vez se pueda tener acceso a toda la verdad, sepamos qué es lo que pasó» y sea puesta a disposición de la familia, «que tiene legítimo derecho a conocerla», apuntando que «a partir de ahí se podrán dar los pasos que sirvan para la dignificación de García Caparrós y la compensación de la familia».

«No tiene ningún sentido que 40 años después la familia siga sin poder acceder a la documentación sobre su hermano», señaló Ocaña, quien recordó que los documentos «siguen en la práctica en secreto porque no se han facilitado pese a las reiteradas solicitudes, de las que también se ha hecho eco el Gobierno andaluz», que, además, encabezó la solicitud de que se enviaran los expedientes. El abogado señaló que la mesa del Congreso «sigue manteniendo que esos documentos están clasificados y que no se pueden facilitar a la familia» e incidió en que la solicitud realizada en esta ocasión es «muy amplia para que desde la propia Presidencia del Gobierno se impulsen las medidas necesarias para recopilarlos», ya que, dijo, desconocen la documentación que hay.

Dolores García Caparrós, una de las hermanas, aseguró que son «muchísimos años esperando y queremos la declasificación de todos los papeles, desde el minuto uno en el que mi hermano entró en el hospital a las 14.00 horas y a nosotros nos avisaron pasadas las 17.00 horas». «Qué fue lo que pasó en esas tres horas, quién custodió el cadáver de mi hermano, por qué tenía una raja en el costado si la autopsia se la hicieron en el cementerio, quién fue el que manipuló el cuerpo y cómo un juez permitió que la bala se la sacaran en el hospital; todo eso queremos saber y debe haber informes de todo eso».