Francisco Guzmán es un malagueño que desde hace siete años recorre España en su autocaravana. Cuando le prestaron este vehículo por primera vez no imaginaba lo que provocaría en él ni que con los años iniciaría los trámites para crear una zona de camping en Málaga capital. Para Francisco viajar con este alojamiento móvil se ha convertido en un estilo de vida y aunque en la actualidad no pueda vivir en una de ellas por su trabajo asegura que ya no se imagina viajando en otro transporte que no sea este. «Cuando lo pruebas por primera vez ya no hay quien te pare. No tiene nada que ver con viajar en avión, coche o crucero. Da una sensación de libertad que no te lo da ningún otro vehículo. Además, viajas con tu casa. Tienes tu propio salón, baño, tu cama, decoras todo a tu gusto... Es un estilo de vida» comentaba el malagueño, aunque también considera que tiene muchas limitaciones: «Hay mucha gente que prueba y no le gusta. Las caravanas está muy idealizadas. Hablamos de que tienes que viajar sin superar los 80-90 kilómetros por hora, lo que hace que vayas a un ritmo lento. El espacio también es limitado y a muchos sitios no puedes entrar con ellas».

Aun así la venta de autocaravanas, y sobre todo el alquiler de estas, se eleva con la llegada del verano, lo que provoca que las restricciones y normas sean más severas en campings y áreas de servicio. «Existe una guerra entre los mismos usuarios de caravanas por saltarse las normas de las áreas públicas y también otra con campings. Hay dos tipos de campings: los que ven en este mercado un auge y te facilitan la estancia y otros en los que no te dejan entrar porque te consideran una amenaza al ser una vivienda móvil. Todas las problemáticas están provocadas por la saturación de autocaravanas que hay ahora mismo en España» comenta Francisco.

Para Pedro Tutusaus, usuario de estas viviendas móviles desde hace veinte años, este medio de transporte y los parques de autocaravanas han evolucionado mucho, pero al igual que Francisco considera que las personas que entran a este mundo no respetan las normas a pesar de que las conocen. «Hay gente que compra una autocaravana para instalarse en un sitio fijo, durante meses, ensuciando y sin pagar nada. Se aprovechan de los sitios en los que los ayuntamientos les deja aparcar. Se ha perdido el concepto que conlleva tener auna autocaravana, que es estar moviéndote de un lugar a otro y disfrutando de viajar. La gente se excede sobre todo con los toldos y los ruidos» señala Pedro.

Para este catalán, las autocaravanas siempre han formado parte de su vida. Pasó de tener una furgoneta camperizada a una caravana y por último un autocaravana con la que ahora pasa los veranos viajando por Europa. «Cuando conocí a mi mujer decidimos viajar por el continente. Al volver a España, al adquirir un vehículo propio con caravana nos permitió trabajar desde allí por lo que vivimos durante varios años viviendo en un camping. En 2006 nos compramos nuestra autocaravana. Con ella, Pedro y su esposa pasan los meses de junio hasta septiembre recorriendo diferentes puntos del mapa. «No vale la pena comprarse una autocaravana para usarla 15 días al año. Es una gran inversión aunque es verdad que es un medio de transporte muy práctico que solo se amortiza viajando» señalaba.

Las furgonetas campers son otro de los modelos que han interrumpido en el panorama nacional en los últimos años. Estas furgonetas acondicionadas permiten viajar y alojarse en ellas aunque el espacio es mucho más reducido que en una autocaravana. Pedro Moral, malagueño de 27 años vive en una de ellas desde hace un año. «Me encanta viajar y no podía permitirme hacerlo a la vez que pagaba un piso. La autocaravana no era factible por su precio aunque en el futuro no me importaría tener con una. Por ahora en la furgoneta me manejo aunque el espacio sea más reducido. La mía es semielevada por lo que en la parte de atrás tengo un sofá cama, electricidad, un wc químico, deposito de agua limpia, fregadero... y todo se alimenta con dos placas solares» indica.

En Málaga son varios los puntos en los que se pueden acampar con tu propio vehículo como en Antequera, La Cala del Moral , Marbella o en la Serranía de Ronda pero a pesar de ellos siguen siendo escasos. «Málaga capital debería de tener una zona acondicionada para las autocaravanas. Llama la atención que los ayuntamientos de pueblecitos como Benarrabal o Gaucín gestionen estos espacios y en Málaga, que es el triple de grande, no haya cuando por aquí pasan muchísimas vehículos de estas características» criticaba Francisco. Así, cuenta que él mismo inició los trámites para montar un área en la capital pero las trabas burocráticas y la gran inversión de dinero que supone crear una sin ayuda hizo que el proyecto no siguiese adelante.

Para los usuarios de este tipo de vehículos viajar y vivir de este modo se ha convertido en un estilo de vida del que ya no pueden escapar. Pedro Moral explica que para él su modo de vivir es sueño cumplido. «No puedes pretender llevar la vida que llevan las personas que viven en una casa normal. Es un estilo de vida y hay que saber disfrutarlo. Para mi todo son beneficios y las pocos contras que tiene cuando hago balance se me olvidan. El otro día descubrí un dibujo de cuando tenía tres años en el que yo dibujaba caravanas porque mi sueño era vivir viajando. Lo he conseguido».