El Ayuntamiento de Málaga interpuso 1.739 denuncias por infracciones de diversa naturaleza de la ordenanza para la prevención y control de ruidos y vibraciones en el Centro Histórico y Teatinos. En concreto, fueron 1.338 actuaciones las que tuvieron lugar en el casco antiguo de la ciudad y 401, en el distrito de Teatinos. De todas ellas, en ese cuatrienio se hizo efectivo el cobro de 348 sanciones o multas tras la tramitación de los correspondientes expedientes sancionadores, es decir, una quinta parte o poco más de un 20% del total de intervenciones.

La cifra final recaudada para las arcas públicas asciende a 422.838 euros. Curiosamente, según los datos cedidos a IU-MpG tras su consulta al equipo de gobierno, reflejan una caída importante en la recaudación en ese cuatrienio: desde las 98 sanciones y los 123.390 euros de 2015 hasta las 70 y los 69.967 euros de 2018, casi la mitad en el segundo de los indicadores (siempre en relación a las multas impuestas por vulneración de la ordenanza de ruido en el Centro y Teatinos en el cuatrienio reseñado).

Es el Centro Histórico el que aglutina el grueso de denuncias e intervenciones de la Policía Local por vulneración de esta ordenanza entre 2015 y 2018, con 1.338, frente a las 401 registradas en el distrito Teatinos-Universidad.

Buena parte de las sanciones son a establecimientos hosteleros, aunque no todas (no se discriminan los datos), pero sí se trata de las dos zonas de la ciudad con más bares y restaurante, por lo que hay una correlación clara. También hay una buena parte de denuncias relacionadas con los residentes.

El Área de Sostenibilidad Medioambiental explicó ayer que «no es que sólo se cobre el 20% de las denuncias, sino que el 20% de los expedientes acaba en sanción, porque muchos de los expedientes acaban con un apercibimiento o con el procedimiento sancionador se arregla» el asunto. «Si antes de concluir el trámite se arregla aquello por lo que se denunció» no se tramita la multa.

IU-MpG, por su parte, denuncia el escaso número de sanciones que se han producido en los últimos años por vulneración de la normativa municipal por exceso de ruido en relación con las denuncias, y pedirá explicaciones sobre los motivos por los que el 80% de las denuncias no termina en sanciones. «Sería muy grave si el motivo fuera que no se tramitan los expedientes o también si existe una directriz política para que las denuncias no se conviertan en sanciones. Pensamos que si no se sanciona los incumplimientos de la ordenanza eso genera la indefensión de los vecinos y la impunidad de quienes vulneran la ley, en el caso del Centro y de Teatinos muchas de esas denuncias tienen que ver con los bares de copas y hoteleros incumplidores a los cuales les sale muy rentable vulnerar la legalidad, ya que ganan mucho dinero y al final no tienen que pagar ninguna multa o en el caso improbable de que tengan que pagar una multa, como estamos viendo, su importe es de una pequeña cuantía, con lo cual las ordenanzas municipales se convierten en papel mojado y no valen para nada».

La salida a la luz de estos datos se produce pocos días antes de que este 12 de febrero concluya el periodo de exposición pública y presentación de alegaciones a la declaración, como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) del Centro Histórico y Teatinos, lo que devendrá en la moratoria de un año a la apertura de nuevos negocios hosteleros en ambos distritos y en el recorte de una hora, durante casi 70 días al año, en el horario de recogida de terrazas.

Los negocios hosteleros reciben la mayor parte de las denuncias por exceso en la ocupación de la vía pública, otra ordenanza. Así, el Consistorio emitió 132 órdenes de retirada de terrazas desde mediados de 2018.