­Málaga despide oficialmente su temporada alta veraniega tras haber firmado a lo largo de estos meses sus mejores datos históricos de empleo, tanto a nivel turístico como general. Desde el pasado mes de marzo, y a partir del aldabonazo de actividad que trajo en abril la celebración de la Semana Santa, la provincia ha generado de forma progresiva unos 26.000 empleos ligados al sector de la hostelería en la provincia de Málaga. Si a cierre de febrero, Málaga presentaba unos 74.000 afiliados a la Seguridad Social trabajando en el sector (el 80% de ellos, asalariados, y el resto autónomos), en el momento culminante del verano (el mes de agosto) la cifra ha rozado las 100.000 personas.

La mejora de la actividad está además haciendo que el volumen total de empleo en Málaga vaya aumentando año a año. Así, si en 2014 el mes de agosto dejó una punta de trabajadores de casi 76.400 personas en este sector, la cifra se fue ya a casi 91.700 en 2017 y a algo más de 95.000 este pasado 2018. Ahora, con una nueva subida interanual del 5%, se han mejorado otra vez los registros.

El turismo se ha reafirmado así, un año más, como el gran puntal de actividad de Málaga, permitiendo a la provincia también firmar en este 2019 un nuevo máximo de trabajadores a nivel general de todos los sectores: tanto en julio como en agosto la cifra ha estado cercana a los 650.000 cotizantes, un nivel nunca visto hasta ahora.

La Semana Santa marcó el inicio de las incorporaciones de personal que durante esos meses fue realizando el sector hostelero, compuesto por bares, restaurantes, chiringuitos, hoteles, discotecas o salas de fiesta. Lo malo ahora es que, concluida la ápoca álgida de verano, este empleo estacional se irá destruyendo a medida que transcurra el otoño y llegue la temporada baja.

«Siempre hemos dicho que con buenas ocupaciones habrá siempre buen empleo. Lo que pasa es que antes sabíamos ya desde enero, cuando hablábamos con los touroperadores, cuántas reservas íbamos a tener en verano, mientras que ahora el turista decide la reserva en el último minuto, a través de internet. Eso también afecta a los ritmos de empleo», comenta el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón. Según sus datos, los meses de verano han cerrado con una ocupación global por encima del 80%. «Ha sido un verano muy bueno, con una subida del turismo nacional que compensa la bajada que hayan podido tener algunas segmentos extranjeros», afirma. El reto abierto sigue siendo alargar todo lo posible la temporada alta para evitar que en la época invernal cierre hasta el 20% de la planta hotelera (como ocurre hasta ahora), con la consiguiente reducción de empleo.

Precariedad y parcialidad

El sindicato CCOO, por su parte, ha señalado en varias ocasiones que los trabajadores de la provincia sufren especialmente la precariedad laboral dentro del segmento de la hostelería. Según sus datos, mientras a nivel nacional la temporalidad en el sector afecta al 37% de los empleados, en el caso malagueño alcanza al 47%. Además, más del 95% de los contratos que se firman cada mes en Málaga son temporales. Respecto al apartado de tiempo parcial, el porcentaje nacional de trabajadores en estas condiciones es del 29% del total, mientras que en Málaga se va al 37%.

El responsable nacional de Turismo de este sindicato, Gonzalo Fuentes, y la responsable de Hostelería de CCOO en Málaga lamentan que los años récord que está firmando la industria turística en Málaga no estén dejando una mejora acorde en la calidad de las contrataciones. La principal queja sindical es el uso «abusivo» de la temporalidad, pese a que algunos de los puestos que se cubren con estos contratos responden a necesidades permanentes de la empresa. «Las condiciones laborales siguen siendo malas pese al boom turístico y los buenos datos de empleo», comenta Villalba.

Además, los sindicatos vienen criticando desde hace tiempo que la contratación a tiempo parcial esconde en muchos casos situaciones de fraude laboral a los empleados (se les contrata para dos o cuatro horas al día pero acaban echando ocho o incluso más). CCOO viene reclamando a la Inspección de Trabajo que refuerce el número de inspectores en verano para poder controlar mejor este fenómeno, tal y como ocurre en Baleares.

El sindicato ya advirtió de que este verano vigilaría especialmente el sector de los chiringuitos para comprobar que todos los trabajadores están dados de alta con contrato laboral y echan la jornada laboral que les corresponde. Según explica Villalba, «hay mucho descontrol en el tema del registro horario, con personas que trabajan horas de más y que no pueden disfrutar de las doce horas preceptivas de descanso entre jornada y jornada». Tal situación, añade, se da también en algunos hoteles y, de hecho, el sindicato maneja denuncias en este sentido que ha presentado ante la Inspección.

En todo caso, las cifras de empleo demuestran que el sector turístico malagueño mantiene su pujanza. El presidente de la Diputación de Málaga y de Turismo Costa del Sol, Francisco Salado, destacó hace unos días la importancia de las cifras de afiliación alcanzadas en verano. Al margen de la hostelería, otros segmentos vinculados al turismo también han dejado buenos datos. Las actividades de ocio, culturales y deportivos se han movido en torno a las 13.000 afiliaciones y el transporte alcanzó los 10.000, mientras que las actividades relacionadas con el alquiler de vehículos, agencias de viajes y operadores se movieron en 9.800 trabajadores.

Para Salado, es destacable que este crecimiento «se haya producido de manera generalizada en todos y cada uno de los subsectores analizados».