El ahorro de los malagueños continúa creciendo desde el estallido de la pandemia del coronavirus, lo que se explica tanto por la caída del consumo que viene caracterizando a esta difícil etapa como por el interés de las familias y negocios con capacidad financiera de aumentar sus reservas de cara al incierto futuro. Si el sector privado malagueño (hogares y empresas) ya incrementó en el segundo trimestre del año un 6,2% el dinero ahorrado en depósitos bancarios, los datos publicados estos días por el Banco de España, que añaden los del tercer trimestre, muestran otro incremento del 1,4%.

Por decirlo más gráficamente, entre el mes de marzo (cuando se declaró el estado de alarma) y el mes de septiembre esa subida global del 7,7% ha supuesto que las familias y empresas de la provincia hayan añadido 1.924 millones de euros a sus cuentas bancarias, a pesar de que la rentabilidad de este tipo de productos es ahora mismo prácticamente nula, ya que los bancos no están ofreciendo interés al cliente por este ahorro. El volumen de ahorro en Málaga se sitúa ahora en 26.771 millones de euros, la cifra más alta de la serie histórica.

La evolución se deja notar también en la proporción entre créditos y depósitos en el segmento privado malagueño, que en términos macroeconómicos ofrece ya una relación mucho más equilibrada que en otras épocas.

Así, tanto la ciudadanía como el segmento empresarial adeudan ahora mismo a los bancos en préstamos 31.184 millones de euros o, lo que es lo mismo, un 16,4% más de lo que tiene ahorrado en depósitos. La ratio es mucho más baja que en 2008, justo antes de que estallara la crisis, cuando las familias y empresas de la provincia manejaban 47.500 millones en créditos, un 135% más de los apenas 20.000 millones que tenían ahorrado por aquel entonces.

Los bancos ya llevan varios años con el canal del crédito mucho más abierto que en los ejercicios más duros de la recesión (entre los años 2009 y 2013) pero eso no impide que el volumen de préstamos haya seguido descendiendo ya que son más las operaciones que con el tiempo van siendo amortizadas que los nuevos créditos que se conceden. Para algunos, la economía española requería de un desapalancamiento (desendeudamiento del sector privado) tras unos años de consumo disparado.

Los expertos ya han iniciado en varias ocasiones creen que la concesión de créditos seguirá a ritmo moderado a causa del coronavirus, que ha reducido los niveles de consumo, mientras que los depósitos aumentarán, ya que los particulares que tengan capacidad de ahorro preferirán aumentar sus reservas como «previsión» de futuro.