Málaga

Preocupación por el alga invasora en la Costa del Sol: "Erradicarla creo que es imposible pero por lo menos intentar controlarla"

El Ayuntamiento de Estepona invierte 260.000 euros más en maquinaria para retirar esta especie vegetal que ha colonizado sus fondos marinos y sus playas. En lo que va de año, se han recogido en la zona más de 3.000 toneladas

Imagen de archivo de las algas invasoras en Algeciras (Cádiz), muy cerca de Estepona

Imagen de archivo de las algas invasoras en Algeciras (Cádiz), muy cerca de Estepona / L.O.

Ana Barranco

El alga invasora procedente del Pacífico y conocida como Rugulopterix okamurae continua su expansión sin precedentes en la Costa del Sol. El problema es aún más acuciado en las localidades de Estepona, Marbella y Mijas. Es precisamente en la primera de ellas donde el ayuntamiento se ha visto obligado a invertir 263.000 euros más en maquinaria para limpiar las playas que se han llenado de "mantos" de este alga, que por su densidad impiden el baño de los locales y turistas. Esta inversión asciende ya en la localidad a un millón de euros en cuestión de sobrecoste de limpieza del litoral.

Entre marzo y julio de este año se han recogido 3.086 toneladas de esta especie en Estepona, cifra que ya roza la cantidad del año pasado, de un total de 3.560 toneladas. El problema que afecta a los fondos costeros de esta zona se debe, como razona Francisco Ignacio Franco, director de la Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol, a que "el alga crece sobre rocas, no sobre arena, entonces está teniendo una expansión muy agresiva sobre los fondos que son rocosos", como es el caso de Estepona, lo que provoca que "la intensidad de los arribazones es más grave", o lo que es lo mismo, la cantidad de algas que son arrancadas de la superficie marina por las corrientes del fondo del mar y que son arrastradas por las mareas hasta la playa.

Esta situación justifica que en Torremolinos, Málaga o Rincón de la Victoria, "que son fondos más arenosos", no se está teniendo una incidencia tan alta de la llegada de arribazones. La insistencia del consistorio de Estepona por retirar las algas invasoras se explica por el impacto que puede tener tanto para el baño como para la economía. "Erradicarla creo que es imposible, pero por lo menos intentar controlarla", sostiene Lucrecia Souviron, bióloga en el Aula del Mar.

Paco Franco, catedrático de Ciencias Ambientales, valora que "afecta muchísimo a la calidad del agua porque el bañista en lugar de bañarse en unas aguas transparentes, lo hace donde el alga ocupa toda la altura del agua". Por su parte, Lucrecia Souviron, añade que, al depositarse sobre la arena y comenzar un proceso de descomposición por los rayos del sol, "atrae a moscas y trae mal olor". Asimismo, el impacto económico, especialmente para la pesca puede ser muy grave, como ya alertan los propios trabajadores.

Es por eso que la Junta de Andalucía creó el año pasado unos ayudas para el sector pesquero de Cádiz y Málaga (las provincias por las que se comenzó a extender la colonización del alga asiática y que colindan con las aguas cálidas del Mar de Alborán) con el fin de paliar los efectos en su facturación ocasionados por la proliferación de estas especies vegetales invasoras, que desplazan a las autóctonas. Este año han vuelto a concederlas y consisten en el pago de una subvención de 100 euros por día de inactividad. Y es que, "hay tantos arribazones, que los recogen con las redes, disminuyen las capturas de peces y pueden deteriorar esas redes" o incluso romperlas, según advierte la bióloga Lucrecia Souviron.

Asimismo, las algas rugulopterix están provocando el desplazamiento de los bancos de peces, por la desaparición de las algas autóctonas de las que estos se suelen alimentar. Lo razona el catedrático Paco Franco: "Los peces que tenemos están acostumbrados a alimentarse con un alga determinada en zonas determinadas, entonces había bancos de peces en esas zonas (...). Se ha provocado que las poblaciones de peces se hayan desplazado para poder alimentarse", pues las algas invasoras tienen un sabor "totalmente distinto".

Estrategias para combatir el problema

"Las algas autóctonas, los corales y las praderas de posidonia oceánica (una planta con flor y frutos que crece en el fondo marino). Llega, los quita de ahí y se pone ella (...). Acaba con ese fondo marino rico". Las consecuencias de la invasión del alga asiática, que se avistó por primera vez en Ceuta en el año 2015, aún no cuenta con una respuesta clara por parte del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Son numerosos los estudios que tratan de comprender el funcionamiento y el ciclo de vida de esta especie, así como el 'Foro Alga Invasora' (organismo que agrupa al tejido investigador, empresarial y ciudadanía para buscar soluciones). Según han determinado los expertos, podría haber llegado al Mediterráneo a través de "las aguas de lastre que utilizan los cargueros asiáticos para no zozobrar", como explica Paco Franco, que añade: "Las llevan en sus bodegas y las usan para no volcar y cuando van a entrar en puerto, las sueltan". Estas "contenían este alga invasora, que encontró un ecosistema debilitado", de manera que ha logrado apropiarse de los fondos costeros.

Ahora es el turno del gobierno central para atajar la situación. De hecho, el Ayuntamiento de Estepona pretende transmitirle su preocupación. "Seguramente el Ministerio escuche a los municipios que plantearán sus problemas y seguro que esas peticiones serán escuchadas y abordadas adecuadamente", sostiene el catedrático de la UMA.

De momento, la forma de retirar las algas parece ser solo una, cuando esta llega a la costa, debido a que, al pesar algo más que el agua, no flota y queda alojada en los fondos. "Tiene una densidad ligeramente mayor que la del agua, entonces no flota en el mar. Cuando se arranca del mar, crea una alfombra que se desliza sobre el fondo marino (...). Solo las ves cuando llega a la costa. Llega prácticamente sin avisar".

Posibilidad de 'reutilizar' el alga

La Universidad de Málaga sostiene que el alga invasora podría tener un uso cotidiano, para la fabricación de cosméticos e incluso de alimentos. "Actualmente hay numerosos proyectos de investigación que tratan de transformar el alga en algunos productos farmacéuticos, cosméticos, incluso en productos alimenticios", expone Paco Franco. Asimismo, también podría utilizarse "para obtener energía a partir de su combustión".

Sin embargo, la legislación al respecto no es clara, pues se requerirían unas autorizaciones, que actualmente no se pueden conceder al incluirse esta especie vegetal en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras en el año 2020 por parte del Ministerio de Transición Ecológica. "Algunos juristas muestran una opinión favorable a su utilización y otros no", señala el catedrático, que justifica: "Actualmente solo se recoge y se trabaja con ella como si fuera un residuo, se deja secar en centros de almacenamiento para reducir su volumen y luego se puede quemar para eliminarla".