Entrevista | Elisa Isabel Vereda Líder de la empresa de la UMA IMATECK

«Nuestro principal objetivo es ayudar a la sociedad con esta nueva metodología»

La Empresa de Base Tecnológica (EBT) de la Universidad de Málaga IMATECK recibió un premio Margarita Salas del certamen ‘Talent Woman’, celebrado este mes de noviembre

Cuatro de los seis socios de ‘IMATECK Nanotechnologies’ en el certamen ‘Talent Woman’.

Cuatro de los seis socios de ‘IMATECK Nanotechnologies’ en el certamen ‘Talent Woman’. / L. O.

Inés Villanueva

IMATECK, liderada por Elisa Isabel Vereda, ha sido reconocida como el ‘Mejor Proyecto de Emprendimiento’ en la edición de este año del certamen ‘Talent Woman’. Este proyecto tiene como objetivo la realización de análisis físico-químicos, toxicológicos y microbiológicos de aguas, muestras líquidas, sustancias y otros vertidos para poder descontaminarlas y, dentro de lo posible, reutilizar el material extraído.

¿Cuál es el elemento diferenciador de la empresa IMATECK y por qué cree que se merece el premio al ‘Mejor Proyecto de Emprendimiento’?

El elemento diferenciador de nuestra empresa es que utilizamos una nueva tecnología de descontaminación magnética. Tenemos un material que es muy absorbente y recoge metales, por lo que podemos echarlo al agua y este absorbería los contaminantes. Con un imán o un electroimán, recuperamos el material y el agua quedaría limpia. Después, podemos extraer los metales y darles otra utilidad. Yo creo que es algo bastante novedoso.

¿Cuántas personas están implicadas en el proyecto?

Somos en total seis personas: tres somos profesores, dos son estudiantes de Doctorado y una sexta persona es un empresario químico que tiene varias empresas en la provincia de Málaga.

¿Qué retos y dificultades ha tenido a la hora de desarrollar IMATECK?

Un reto que hemos encontrado es el de buscar clientes que quieran invertir e innovar en nuestro material. Ya hemos encontrado ese socio que cree en el proyecto y alguna persona más. Pero esto ha sido muy difícil y todavía nos queda mucho que andar. Como dificultad también encontramos la parte burocrática, porque es larga y hacer la parte tecnológica de la empresa con la Universidad es complicado. Hemos tardado aproximadamente unos dos años en poder crear la empresa.

¿Cuándo se empezó a desarrollar este proyecto?

Este proyecto, en realidad, fue el proyecto de investigación de mi cátedra, que la saqué en 2016 y ahí estaba el desarrollo del material. Después, el material se sintetizó en el laboratorio, se elaboró la síntesis y se patentó. Ya tenemos patente nacional y está pedida la patente internacional, que es algo que tenemos pendiente aún. A raíz de tener la patente nacional, nos presentamos a un concurso ‘spin-off’ de la Universidad de Málaga y ganamos también el primer premio en la convocatoria del año 2020. En julio, firmamos la notaría y, en septiembre, nos registramos en el registro mercantil. Ahora ya hemos empezado a funcionar como empresa.

Ya ha comentado que el proyecto se inició como investigación de su cátedra, ¿con qué objetivo se creó?

En principio, lo que estamos haciendo es analizar los materiales que se utilizaron para preconcentrar y analizar la ultratraza de metales. Nuestro objetivo era poner a punto métodos de análisis. Nosotros nos unimos con los ingenieros químicos porque vimos potencia en el material y también vimos que podíamos ayudar a la sociedad creando una nueva metodología para descontaminar las aguas residuales e, incluso, aguas potables, que a veces están contaminadas de metales procedentes de minas abandonadas y no cumplen algunas veces la normativa y, además, las potabilizadoras cuentan con problemas que podemos solucionar. Este sería nuestro principal objetivo, el de poder ayudar a la sociedad con esta nueva metodología que hemos creado.

Después de recibir el premio, ¿qué visiones de futuro tiene y qué espera conseguir?

Acabamos de crear la empresa, estamos ya en el mercado. Por ahora estamos esperando que adueñen la nueva tecnología, que está muy desarrollada en nuestro laboratorio. Para esto necesitamos inversión y, así, desarrollarla a nivel industrial. Ese es nuestro próximo objetivo.

Dejando un poco de lado IMATECK, ¿tiene algún otro proyecto entre manos?

Ahora mismo nos encontramos desarrollando algunos sensores que nos permitan poder analizar el control de aguas también. Estos son sensores químicos y electroquímicos.

Menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres, ¿por qué cree que esto es así? ¿Espera que cambie ese dato?

Yo creo que eso es así por la educación que se imparte. Hasta hace poco, la educación les daba a las mujeres otro tipo de trabajo. Las mujeres podían ser maestras, enfermeras o secretarias, pero las familias no te educaban como para ser ingeniera, científica o astronauta, pero eso está cambiando. Hoy en día las mujeres están entrando en ese mundo. Yo soy profesora en Química y sí hay bastantes mujeres en ciencia. Sin embargo, creo que faltan en Ingeniería, ya que hay algunas ramas de esto en que las mujeres no están muy metidas, pero espero que esto vaya cambiando.