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La Junta anuncia ayudas para reducir las emisiones de CO2 de la industria cementera andaluza

El consejero Jorge Paradela presenta en Málaga el Plan CRECE Industria para este segmento, que movilizará 35 millones de euros en inversión - El sector emplea a 6.000 personas de forma directa, indirecta o inducida

La presentación del Plan CRECE Industria para el sector del cemento se ha celebrado en Málaga.

La presentación del Plan CRECE Industria para el sector del cemento se ha celebrado en Málaga. / L .O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La Junta de Andalucía ha anunciado este miércoles en Málaga el lanzamiento a lo largo del año de una convocatoria de ayudas para impulsar la instalación de proyectos de captura de CO2 en las fábricas andaluzas de cemento. El consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, ha explicado durante el acto de presentación del Plan CRECE Industria del sector cementero que esta medida persigue "impulsar un ámbito tecnológico innovador y muy prometedor para la competitividad de la industria cementera y generar sinergias con otros sectores como el agrícola o el energético, que podrán aprovechar este dióxido de carbono". 

El consejero ha añadido que el Plan CRECE quiere movilizar una inversión de entre 25 y 30 millones de euros (cinco de ellos de fondos públicos y el resto, privados).  

La iniciativa, aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta el pasado mes de octubre, impulsará la transformación digital en la cadena de valor y también favorecerá la construcción sostenible e industrializada, a través del fomento de aplicaciones del hormigón al servicio de la eficiencia térmica en los edificios, la mejora del entorno urbano, así como la calidad y seguridad en el sector de la construcción.

El plan contempla una batería de 32 iniciativas y 10 actuaciones de desarrollo que se extenderán a lo largo de la legislatura, con cuatro objetivos fundamentales: el impulso a la sostenibilidad ambiental, la digitalización, la construcción sostenible e industrializada y la contribución a la cohesión social y territorial.

El sector cuenta en Andalucía con una larga tradición y experiencia, con siete fábricas que alcanzan una capacidad de producción anual de clínker (principal componente del cemento) de 5,2 millones de toneladas.

En cuanto al empleo, el 95% de los contratos que genera son de carácter indefinido. Además, el 60% de las fábricas se localizan en municipios de menos de 75.000 habitantes, por lo que se trata de un sector que aporta una fuente estable y duradera de trabajo y fija la población al territorio. El sector emplea en Andalucía a más de 2.000 personas de forma directa e indirecta y a más de 4.000 en los sectores asociados como el hormigón.

En Málaga está emplazada la fábrica de la Araña, propiedad del grupo brasileño Votorantim que, entre sus tres fábricas de cemento en la comunidad y sus plantas de hormigón y áridos, tiene en Andalucía unos 400 empleados.

Sinergias con las comunidades locales

Para alcanzar el propósito de contribuir a la cohesión social y territorial, el plan recoge además actuaciones para promover las relaciones con las comunidades locales y los agentes sociales donde se localizan las fábricas buscando generar un impacto positivo en ellas.

Al acto de presentación han acudido el presidente de la Asociación de Fabricantes de Cemento de Andalucía (AFCA), Alan Svaiter; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara; la secretaria general de CCOO-A, Nuria López, y la secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla; junto al secretario general de Industria y Minas, Cristóbal Sánchez; el director general de AFCA, Ricardo López Perona, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.  

En el apartado medioambiental, el plan busca la neutralidad en las emisiones de CO2 de la cadena de valor del cemento para el horizonte de 2050, el desarrollo de soluciones integrales vinculadas con la economía circular, la simbiosis industrial mediante el coprocesado de residuos, la aplicación de tecnologías de captura, almacenamiento, transporte o uso de CO2, el compromiso con la biodiversidad, así como la elaboración de nuevos productos con menor huella de carbono.