Terremoto

Regresan los bomberos que aún cooperaban tras el terremoto de Turquía

Málaga ha recibido durante las últimas 48 horas a los efectivos que permanecían en suelo turco en labores de búsqueda de supervivientes

Subrayan que sólo en Hatay han resultado afectadas unas 1.700 edificaciones. | L. O.

Subrayan que sólo en Hatay han resultado afectadas unas 1.700 edificaciones. | L. O. / FRAN EXTREMERA. Málaga

Fran Extremera

Fran Extremera

Málaga ha recibido durante las últimas 48 horas a los ocho efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos y al integrante del parque local del Ayuntamiento de Marbella que durante siete días han contribuido a agilizar las tareas de búsqueda de supervivientes tras el devastador seísmo con epicentro muy cerca de la frontera turca con Siria. Atrás queda toda una semana de ayuda humanitaria que se ha apoyado en las unidades caninas adiestradas en la provincia para este tipo de catástrofes naturales.

Integrantes de la ONG Bomberos para el Mundo no han dejado de recibir mensajes a través de Instagram, Facebook y Twitter, acerca del esfuerzo que otros muchos compañeros de profesión estarían dispuestos a asumir en futuras misiones internacionales. Pero lo cierto es que la formación específica es de tal magnitud que no todos los bomberos logran una capacidad de trabajo y de coordinación sin muchos años de disciplina a sus espaldas.

"El trabajo ha sido realmente complicado porque no hemos visto un terremoto con tal nivel de devastación. Sólo en la provincia de Hatay, donde se nos encomendó buscar posibles supervivientes bajo los escombros, había afectadas unas 1.700 edificaciones"

«Hemos estado representados los parques de bomberos de Marbella, Estepona, Ronda, Manilva y Coín», relata en nombre de todo su equipo, en el que también han cooperado efectivos de Huelva, uno de los bomberos manilveños del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Jair Pereira. Tanto él como el también malagueño Jorge Marín forman parte de la citada ONG, que ya fue al auxilio de las víctimas de catástrofes en Haití, México o Ecuador. Esta vez han podido movilizar un total de cuatro unidades caninas, gracias asimismo a la colaboración de la compañía Turkish Airlines o de diplomáticos como Azzeddine Bijjou, de Turismo de Marruecos.

«El trabajo ha sido realmente complicado porque no hemos visto un terremoto con tal nivel de devastación. Sólo en la provincia de Hatay, donde se nos encomendó buscar posibles supervivientes bajo los escombros, había afectadas unas 1.700 edificaciones», apunta Marín. Al estar a muy pocos kilómetros de la frontera con Siria, esta parte del país es de las que peores condiciones económicas arroja. Las construcciones por falta de recursos carecían de suficiente estabilidad como para afrontar siquiera episodios de menor intensidad.

Es una cuestión de la que se ha hablado bastante. Pereira argumenta que, sin embargo, «no se sabe hasta qué punto el colapso de los edificios hubiese sido inferior con otros materiales. Eran en cualquier caso barrios desprotegidos, con nivel de vida bajo. Y no había medios para poder paliar en la primera etapa todo lo ocurrido. La gente se quejaba de la mala organización sin pensar en que no venían bomberos porque muchos estaban también sepultados bajo los escombros».

Ambos efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga han podido compartir experiencias con el máximo responsable mundial de Médicos del Mundo y también incidía este portavoz en que ocho facultativos de su organización habían muerto por el terremoto. «Es abiertamente una de las peores catástrofes del último medio siglo. Por nuestra parte hemos podido rescatar a un señor mayor de más de 60 años, un varón de mediana edad o un adolescente, Omer, de 14 años de edad», señalan.

De la vocación de estos auténticos héroes, capaces de recorrer en una sola jornada decenas y decenas de edificios en ruinas a la búsqueda de un penúltimo soplo vital, dice mucho la siguiente afirmación: «Lo que hacemos no se puede comprar con dinero. Somos muy especializados. Llevamos una vida entera preparándonos para ser lo que somos. Y los bomberos que participamos en acciones internacionales, nada más escuchar de una catástrofe, lo dejamos todo. Nos genera un impulso inmediato y nos partimos la cara por ir a ayudar».

El seísmo en Turquía ha sido terrible porque se produjo de noche, con la mayoría de las familias al completo en sus hogares. Y el rescate tampoco ha sido nada fácil, por las bajas temperaturas que reinaban en la zona, aunque por fortuna no ha llovido durante los días posteriores al terremoto.

Los bomberos agregan para finalizar que es muy importante la labor del voluntariado local, incluso desplazado desde Estambul, «desde intérpretes a conductores y fundamentales también».