De su infancia en su Villanueva de Algaidas natal recuerda la figura del padre de su paisano Miguel Ortíz Berrocal, que era su médico de cabecera, «uno de los dos que había en el pueblo», recuerda.
Villanueva de Algaidas ha sido la tierra del recordado escultor Berrocal pero también es la de la tenaz y polifacética Isabel Romero, una poeta, gestora cultural y editora que reúne en su entorno a lo más granado de los poetas andaluces y que por su labor de promoción y edición de la poesía ha sido comparada con Ángel Caffarena, aparte de que como poeta tiene siete libros a sus espaldas y el octavo saldrá tras el verano.
«Con 14 o 15 años ya escribí mi primer poema, estando en el pueblo, a partir de ahí, en el 87 salió publicado mi primer poema en un libro de la Junta de Andalucía y en el 89 publiqué mi primer libro», recuerda quien además en su infancia fue una temprana lectora de El Quijote.
Formada entre Francia, Cataluña y Málaga capital, fue en la ciudad natal de Emilio Prados y Manuel Altolaguirre donde descubrió y disfrutó a fondo del ambiente cultural de los años 80 y 90, con el Ateneo todavía en la plaza del Obispo. «Para mí fueron los años dorados de la cultura en Málaga, con todos mis respetos para todo lo que ha venido después», destaca.
La joven Isabel también fue asidua de las actividades del Centro Cultural de la Generación del 27, por entonces en la sede de la plaza de la Marina.
En ese mundo pudo conocer a poetas de la talla de Alfonso Canales, María Victoria Atencia o Pablo García Baena, de quien resalta que era «un gran poeta y una gran persona», pero también a Rafael Pérez Estrada, quien tuvo el detalle de hacerle la portada de su segundo libro de poesía, ‘Cristal de Ausencias’, publicado en Sevilla por la editorial Muñoz Moya y Montraveta. «Me regaló el dibujo de mi segundo libro, a Rafael lo admiraba, me unía una amistad y el agradecimiento, era una caballero».
En ese segundo volumen de su obra también le escribió una nota preliminar el poeta Francisco Giner de los Ríos, sobrino nieto de su homónimo.
La madurez de Isabel Romero
El mapa vital de Isabel Romero
De su propia poesía, la malagueña comenta que es «intimista» pero también subraya que dos de sus obras se enmarcan dentro de la poesía social, una de ellas, la que recoge la historia real de una inmigrante que vino en patera desde Marruecos, «la patera naufragó, dos de sus compañeros fallecieron y a ella le dieron por muerta».
Gestora cultural
Isabel Romero compaginó su trabajo como funcionaria con su vocación cultural que fue creciendo y ramificándose, pues además de seguir escribiendo, se fue forjando como gestora cultural, primero con una tertulia que creo con un par de amigas, «lo empezamos en un bar de la estación y después nos fuimos al Pimpi gracias a Paco Campos», recuerda.
Le seguirían exposiciones de pintura, actividades en el Museo Thyssen, en el Mupam, en la UMA, El Mentidero Cultural... y desde hace unos 5 años está al frente de las Noches de Rando del Museum Jorge Rando, además de llevar las Tardes del Rando, aparte de colaboraciones en revistas, periódicos y programas de radio.
Cuatro colecciones
Y en el colmo de la ‘heroicidad’, Isabel Romero ahora mismo coordina cuatro colecciones de poesía. La primera de ellas, Colección Romero de Poesía, se trata de homenajes a personajes de la cultura como Jacinto Esteban o el propio Jorge Rando.
La segunda colección, los Cuadernos Romero, presentada en el Ateneo el pasado otoño, reúne obras de poetas consagrados como Rosa Romojaro, Francisco Ruiz Noguera, Aurora Luque, Rafael Ballesteros o Javier Lostalé.
De la tercera colección, Dabisse, lleva publicados cuatro números y el quinto será para la poeta malagueña Presina Pereiro.
La última de sus colecciones es la más especial: «Es un homenaje a una hija mía, Tania, fallecida hace un año». Por eso lleva por nombre Colección Tania.
A la hora de editar, Isabel Romero tiene muy presente algo que ha aplicado siempre en el mundillo cultural:«Yo valoro tanto la calidad artística como la personal», de ahí que a la hora de escoger a un autor, el elemento personal y el artístico ‘puntúen’ para ella «al 50 por ciento, porque los egos, cuando ya pasas de cierta edad no me gustan», remarca.
¿Cómo ve la actividad cultural de la Málaga de hoy?, en su opinión, y pese a que hay muchos poetas consagrados y una cantera de poetas jóvenes «muy valiosos y buenos», cree que ha bajado el nivel.
Eso sí, sean cuales sean las circunstancias, Isabel Romero seguirá haciendo camino con la poesía, «porque para mí es una necesidad vital, no concibo la vida sin poesía».