Mirando atrás

Reivindicar las tablas del Teatro Romano

La Asociación Cultural de Teatro Grecorromano de Málaga (Acutema) lleva casi 20 años fomentado la afición por los autores clásicos entre los más jóvenes y el Teatro Romano de Málaga como espacio escénico. Desde 2019 espera volver a actuar en el monumento 

Antonio López Gámiz, presidente de Acutema, en el Teatro Romano con el cartel de un festival juvenil de teatro grecolatino.

Antonio López Gámiz, presidente de Acutema, en el Teatro Romano con el cartel de un festival juvenil de teatro grecolatino. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Lo mismo os pido yo por mi parte ahora, que guardéis silencio durante esta representación y que seáis para ella jueces justos y equitativos», ruega un actor que representa al dios Mercurio al inicio de ‘Anfitrión’, una de las obras más célebres del latino Plauto. 

El deseo de los miembros de Acutema, la Asociación Cultural de Teatro Grecorromano de Málaga es que, más pronto que tarde, las obras de Plauto, Aristófanes, Esquilo o Terencio puedan escucharse de nuevo en boca de jóvenes actores y actrices en el hermoso escenario del Teatro Romano de Málaga, cuyas tablas no pisan desde la primavera de 2019, por el anuncio de unas obras de mejora en el monumento que, confían, se sustancien de una vez, tras cuatro años de espera.

En 2018 Alezeia Teatro representó en las tablas del Teatro Romano de Málaga ‘La asamblea de las mujeres’ de Aristófanes.

En 2018 Alezeia Teatro representó en las tablas del Teatro Romano de Málaga ‘La asamblea de las mujeres’ de Aristófanes. / Archivo Acutema

«En el respeto y entusiasmo por el Teatro Romano sí que somos herederos de Ángela Rubio-Argüelles. Hay una foto emblemática de Ángeles barriendo los graderíos y nosotros nos ponemos a aplanar la grava, si está excesivamente inclinada», cuenta orgulloso Antonio López Gámiz, presidente de Acutema, que quiere resaltar «el apoyo constante del Ayuntamiento de Málaga».

Este profesor de Griego, catedrático jubilado de instituto y malagueño nacido en Granada, preside esta asociación sin ánimo de lucro con la que, explica, «estamos en la base de la pirámide de los que despertamos un interés por la Cultura, por el teatro clásico entre la juventud, en los centros educativos». 

Acutema, por cierto, forma parte de Prósopon, la red de festivales juveniles de teatro grecolatino, que incluye teatros romanos como los de Mérida, Baelo Claudia, Itálica o Sagunto; hasta 15 sedes en toda España que ofrecen una veintena de festivales. 

La Asamblea de las Mujeres de Aristófanes por Alezeia Teatro, del Colegio Maravillas de Benalmádena, en 2018.

La Asamblea de las Mujeres de Aristófanes por Alezeia Teatro, del Colegio Maravillas de Benalmádena, en 2018. / Archivo Acutema

Aunque constituida oficialmente hace casi 20 años, en 2004, en realidad Acutema está activa desde 2001, gracias a dos profesores de la Universidad de Málaga: Aurelio Pérez Jiménez y Raúl Caballero. «Aurelio es el visionario y Raúl el ejecutor que supera todos los obstáculos que van surgiendo», resume Antonio López Gámiz, que también menciona la gran colaboración de Chencho Ortiz, de la Escuela de Arte Dramático de Málaga (ESAD), que nutrió con su alumnado un primer grupo de teatro llamado Sémele, desaparecido en 2007.

En la actualidad, Acutema se centra en promover el teatro grecolatino en centros públicos o privados «que lo establecen como una especie de complemento de las asignaturas de Latín y Griego y de Cultura Clásica y es una inmersión muy fuerte la que se produce ahí; algunos alumnos y alumnas a lo mejor ya tienen el gusanillo y luego entran en las escuelas de arte dramático», detalla.

‘Las aves’ de Aristófanes, en 2017, representada por el grupo In Albis de Morón de la Frontera.

‘Las aves’ de Aristófanes, en 2017, representada por el grupo In Albis de Morón de la Frontera. / Archivo Acutema

Lo llamativo es que, aunque constituida en 2004, Acutema no ha podido llevar el teatro juvenil de los clásicos de Grecia y Roma al Teatro Romano de Málaga hasta 2012. 

De hecho, en años anteriores los jóvenes han actuado en espacios como el Teatro Vicente Espinel de Ronda, la Sala Falla del Conservatorio Profesional de Música en El Ejido o el Colegio San Estanislao y tras el parón por esas obras de mejora que aún no se han producido, en la Caja Blanca o el Recinto Eduardo Ocón del Parque. 

Recinto Eduardo Ocón. El Grupo Alezeia del Colegio Maravillas de Benalmádena interpreta 'Mostellaria' de Plauto.

Recinto Eduardo Ocón. El Grupo Alezeia del Colegio Maravillas de Benalmádena interpreta 'Mostellaria' de Plauto. / Archivo Acutema

«La guinda del pastel»

«Hay mucha cautela en cuanto a restituir un teatro (romano), hay una gran tarea científica, un trabajo impresionante en el que está implicada mucha gente y a la vez es muy garantista; nosotros somos la guinda del pastel pero esa guinda no se debe descuidar porque tiene que ver con el disfrute cultural por parte de la ciudadanía», explica.

Por eso, con todas las garantías, y como es factible en el de Málaga, algo que no ocurre en todos los teatros romanos, está convencido de que «el Teatro Romano de Málaga merece un uso cultural de disfrute de obras clásicos en el propio teatro». 

Rubén Portillo, Chencho Ortiz y Mamen Ramos en el Homenaje al Teatro Grecolatino en 2017.

Rubén Portillo, Chencho Ortiz y Mamen Ramos en el Homenaje al Teatro Grecolatino en 2017. / Archivo Acutema

Como detalla, representar una obra en este monumento de tiempos de Augusto supone pasar un gran número de filtros administrativos, algo que ve muy bien porque «una representación teatral nunca se puede realizar a costa de dañar el enclave».

El público en las gradas

En cuanto a la disposición del público, Antonio López Gámiz precisa: «Nosotros nos limitamos a la zona habilitada que se restauró y ponemos maromas, cuando falta, para delimitar adecuadamente el graderío con unas garantías de seguridad». En total, en esas gradas superiores restauradas tienen cabida 435 personas y el público procede centros educativos no sólo de Málaga, también de Granada, Jaén, Almería, Córdoba y Sevilla. Aunque al tratarse de obras de teatro amateur, se trata de representaciones abiertas que el público puede seguir desde calle Alcazabilla, «y también hemos tenido sesiones abiertas al público en general», apunta. 

Representación de ‘Prometeo’ de Esquilo por Induo Teatro en 2014.

Representación de ‘Prometeo’ de Esquilo por Induo Teatro en 2014. / Archivo Acutema

Con respecto a las obras, Prósopon es la que las edita, realizada por profesores, y las envía a los docentes de los centros, «con una introducción didáctica para que el profesor o profesora pueda trabajar con el alumnado y luego esas obras son leídas y discutidas para que llegan con un conocimiento sólido de ellas». 

Será el directores escénicos, además, los que adapten la obra, «porque a lo mejor fueron escritas hace 2.500 años y trata temas universales pero el lenguaje es excesivamente enrevesado, por lo que tiene que adaptarlo al público para que lo acepte». 

Como subraya, el objetivo de estas representaciones es «educar a los jóvenes en el aprecio de nuestro patrimonio cultural y arqueológico», con esta «conexión emocional muy fuerte» mediante la obra en el propio teatro romano. 

Protesta de Prósopon el pasado junio, en demanda de que vuelvan las representaciones al Teatro Romano.

Protesta de Prósopon el pasado junio para que vuelvan las representaciones al Teatro Romano. / Archivo Acutema

Precisamente en junio, Málaga acogió la reunión anual de Prósopon y sus miembros aprovecharon para reclamar, con un cartel en calle Alcazabilla, el Teatro Romano de Málaga como espacio escénico, tras cuatro años sin representaciones. «Un teatro, teniendo estas potencialidades está para que nosotros estemos ahí como malagueños disfrutando de la cultura grecolatina. Una puesta de valor total para que la ciudadanía de Málaga disfrute», subraya. 

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