Universidad

Elecciones a rector: la UMA que yo quiero...

Ernesto Pimentel, Teo López, Olga Guerrero y Juan José Hinojosa explican en primera persona los diferentes proyectos con los que aspiran a suceder al actual rector, tras las elecciones que se celebran el 1 de diciembre de forma telemática

Imagen de archivo del campus universitario de Teatinos.

Imagen de archivo del campus universitario de Teatinos. / La Opinión

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

En este preciso instante, cuatro visiones diferentes de la Universidad de Málaga (UMA) están planeando sobre la rutina diaria de esta comunidad educativa. La UMA tendrá un nuevo rector o rectora antes de la Navidad, una vez que José Ángel Narváez pone fin a su etapa de ocho años como máximo gobernante. Y de ahí ese políptico de miradas en el que confluyen las aspiraciones a sucederlo de cuatro catedráticos de la institución malagueña. Estos cuatro candidatos seguirán hasta el miércoles día 29 con la campaña electoral. El jueves será la jornada de reflexión. Y el viernes llegará el ‘día D’. El ganador estará en el cargo seis años improrrogables.

De ahí que, en vísperas de este envite, Ernesto Pimentel, Teo López Navarrete, Olga Guerrero y Juan José Hinojosa expliquen en primera persona la UMA que quieren. O sea, los diferentes proyectos con los que concurren a las elecciones que se celebran el 1 de diciembre de forma telemática. A esta convocatoria electoral están llamadas a participar más de 40.000 personas. En concreto, ascienden a 41.179 los integrantes del profesorado, el alumnado y la plantilla de trabajadores que podrán elegir entre una de las cuatro opciones en liza. De ellas, tanto Ernesto Pimentel como Teo López representan, a priori, cierto continuismo, ya que han estado hasta ahora en el equipo de Gobierno de Narváez. En cambio, Olga Guerrero y Juan José Hinojosa se han abonado a discursos rupturistas.

Voto ponderado

Una de las singularidades de la elección del rector es el sistema de voto ponderado existente en las universidades, de modo que el voto de cada sector tiene un valor determinado. En este caso, el 54% de los apoyos lo concederán los 1.512 profesores doctores con vinculación permanente que están llamados a votar.

En cambio, los 36.293 estudiantes censados influyen en otro 25% del resultado, mientras que los 1.648 integrantes del personal de gestión, administración y servicios ‘reparten’ un 13%. El 8% restante estará en manos de las 1.726 personas que forman parte del personal docente e investigador que no sean doctores o que siendo doctores no tengan vinculación permanente.

Paradójicamente, más de la mitad del ‘poder electoral’ emana del sector menos nutrido de la ‘familia’ universitaria.

Segunda vuelta

Todo apunta a que, al concurrir cuatro candidaturas, será necesaria una segunda vuelta. Es difícil que una de ellas logre más del 50% de los apoyos, por lo que se enfrentarían ‘mano a mano’ las dos listas más votadas. Esta nueva votación sería el 12 de diciembre. Y de su resultado emanaría una proclamación definitiva del rector o la rectora el 18 de diciembre.

Teo López Navarrete registra su candidatura.

Teo López Navarrete registrando su candidatura. / L. O.

Teo López Navarrete: «Es necesario dar un paso más hacia el liderazgo»

«El liderazgo que en estos momentos ejercen la ciudad y la provincia de Málaga, referentes en España y en Europa, debe ir acompañado con el de la Universidad de Málaga. Por eso, apostamos por una universidad pública generalista y de vanguardia, que esté al frente de las grandes transformaciones sociales y económicas que están por llegar. Una universidad de la que tanto la sociedad como su propia comunidad estén orgullosas. Nuestro programa cuenta con el aval de más de 400 personas -profesorado, estudiantado, personal técnico y de gestión y administración de servicios y estudiantado-, que han compartido su esfuerzo y trabajo para sumar sus ideas con el objetivo de impulsar una UMA líder en todos los ámbitos. En este proyecto la prioridad son las personas, que hacen día a día posible que funcione la institución. A partir de ahí, nuestro modelo se basa en ocho grandes líneas estratégicas: la docencia, la investigación, la transferencia, la igualdad, la internacionalización, la cultura, las relaciones institucionales y el deporte. Estas líneas requieren de un modelo de gestión eficaz, transparente, participativo, innovador y responsable, con una nueva gobernanza, una apuesta por la transformación digital, y el diseño de nuevas infraestructuras, necesarias para poder poner en práctica todo lo dicho. Para todo esto, estamos dispuestos a reivindicar la suficiencia financiera necesaria para la prestación de un servicio de calidad, sometido al uso eficiente de los recursos y a la rendición de cuentas. Para ello, es necesario dar un paso más, e implementar una nueva gobernanza, con profundos cambios estructurales para agilizar la toma de decisiones y descentralizar procesos, la realización de cambios en la gestión que no solo optimicen el aprovechamiento de los recursos existentes, sino que también sean capaces de captar recursos nuevos, la mejora de nuestra relación con el tejido productivo y sus empresas, así como la proyección cultural de la universidad sobre la ciudad y viceversa. La institución debe responder a las necesidades sociales y garantizar la calidad de su oferta académica, facilitando la inserción laboral de sus egresadas y egresados».

Juan José Hinojosa atiende a los medios de comunicación.

Juan José Hinojosa atiende a los medios de comunicación. / Gregorio Marrero

Juan José Hinojosa: «La renovación empieza por el cambio de personas»

«La Universidad que yo quiero es esta gran universidad impulsada a partir de una profunda renovación, que significa cambio y actuación y que empieza por el cambio de personas. La Universidad de Málaga ha de planificar su futuro teniendo en cuenta sus fortalezas, que son muchas, y avanzar con decisión por el camino que se marque. En un futuro inmediato, hay que reconstruir la gestión de la administración universitaria, atendiendo a las necesidades actuales y reales que son las de sus centros, sus departamentos, grupos e institutos de investigación. Quiero una universidad abierta al futuro, preparada para afrontar con garantías los retos que se le vayan presentando y para coexistir con las universidades privadas. Ante eso hemos de demostrar gran capacidad de gestión, porque somos muchos y actuamos en muchos frentes: enseñamos y recibimos enseñanzas, investigamos, transferimos nuestro conocimiento y lo intercambiamos con otras entidades. Hemos de mostrar una amplia visión de futuro para adaptar nuestras titulaciones a las necesidades emergentes del mundo laboral; necesitamos poner en marcha más titulaciones mixtas y bilingües en varias direcciones: de lo científico a lo tecnológico, de este a lo social, de lo social a lo humanístico. Tenemos profesorado preparado. Lo que necesitamos es creatividad para nuestra oferta de grados y, sobre todo, de posgrados. Todo esto es esencial, porque los estudiantes lo demandan. Tenemos que mirar hacia fuera, a nuestro entorno inmediato, la ciudad, la provincia, el tejido empresarial, las instituciones y las administraciones públicas y las organizaciones sociales y colaborar con ellas; pero también tenemos que mirar a nuestro entorno lejano, para fomentar y cuidar procesos de internacionalización que nos den visibilidad, atraigan talento de fuera y nos permitan exportar el nuestro. Es preciso hacer una universidad más humana, en la que no estemos sin más, sino en la que convivamos. La universidad es como una familia y por eso ha de buscar espacios comunes para conectar a las personas. Espacios físicos para estar, pero también espacios culturales, para crear lazos permanentes, esos que hacen que cuando los estudiantes se van, no se vayan para siempre. Lo que distingue a la universidad son los estudiantes, por eso tiene el deber de procurarles servicios útiles, pero también el deber de poner las condiciones para que puedan completar su desarrollo humano cualquiera que sea la carrera que estudien».

Olga Guerrero registra su candidatura.

Olga Guerrero registra su candidatura. / Gregorio Marrero

Olga Guerrero: «Cambiemos de líderes para abrirle las puertas al futuro»

«La Universidad que yo quiero es una UMA abierta al futuro. Y tener futuro implica viabilidad económica y funcional. Para ello, activaremos mecanismos, exigiendo respaldo económico a la Junta de Andalucía y buscando financiación alternativa. Nuestro activo más valioso es la cualificación de nuestros recursos humanos. Necesitamos respaldar sus iniciativas, eliminando burocracia innecesaria. Tener futuro, también, es tener una visión actualizada. Adoptaremos tecnologías digitales, métodos de enseñanza de vanguardia y promoveremos la investigación. Nos adaptaremos a cambios en la sociedad y la economía, ajustándonos a las necesidades emergentes. Nos enfocaremos en la investigación, colaboraremos con la industria y nos comprometeremos con la sostenibilidad. Aumentaremos la felicidad y el bienestar con medidas como la conciliación familiar y el teletrabajo. Promoviendo, a su vez, la movilidad internacional. Tener futuro es, a su vez, compromiso con la innovación. Brindaremos oportunidades para que la comunidad universitaria alcance su máximo potencial. El talento se sentirá rodeado de motivación. Respaldaremos ideas con compromiso y determinación, fomentando el conocimiento compartido. A nuestra querida UMA solo hay que desear ponerla en marcha. Cambiemos de líderes y desbloqueémosla para abrirle las puertas a un futuro de oportunidades. Los próximos seis años pueden ser de ilusión y compromiso. El momento es decisivo y ahora sólo se necesita votar por el futuro».

Ernesto Pimentel se presenta a rector de la UMA

Ernesto Pimentel se presenta a rector de la UMA / L. O.

Ernesto Pimentel: «Hay potencial para una UMA mejor»

«Si lo tuviera que resumir en una idea, la Universidad que yo quiero sería la mejor versión de sí misma: mejor en cómo formamos al estudiantado, mejor en cómo contribuimos al avance del conocimiento mediante la investigación, mejor en cómo nos relacionamos con nuestro entorno en Málaga para crear sinergias e innovar, mejor en las infraestructuras de los campus y mejor porque garantizamos que el trabajo que aquí se desarrolla se haga en unas condiciones más justas y estables. Conozco bien la situación actual de la Universidad de Málaga, formo parte de ella desde 1983, en que comencé mis estudios, y llevo mucho tiempo dialogando con todos sus colectivos y personas que la integran, sé que hay potencial, talento y capital humano para hacerlo. Si pienso en la UMA que yo quiero, su primer activo son las personas que la integran. En el programa que presento se recogen las demandas que la comunidad universitaria nos ha trasladado durante meses en un proceso abierto de escucha y participación y se incorporan medidas novedosas para liderar la estabilización, el empleo de calidad y la mejora de la carrera profesional. Son medidas reales, para necesidades urgentes tanto PDI (Personal Docente e Investigador) como del PTGAS (Personal Técnico, de Gestión, Administración y Servicios). Para que el estudiantado se forme mejor, la universidad que yo quiero debería tener un currículo formativo abierto en el que el alumnado sea cocreador de su itinerario. Se va a fomentar la formación dual universitaria teniendo en cuenta el tejido productivo de nuestro entorno. Se abrirá a la internacionalización y ampliará su oferta de becas y voluntariado. El alumnado se merece la mejor formación y las mejores condiciones para que su paso por la universidad le permita disfrutar de una verdadera experiencia vital. Y para todo ello, necesitamos dar un paso decidido y definitivo en la transformación digital que haga que la burocracia se reduzca y simplifique. Vamos a optimizar los procesos que restan tiempo de dedicación a proyectos a las investigadoras e investigadores. Estoy decidido a cambiar las estructuras de gobierno, para conseguir una gestión ágil, participativa, transparente y eficaz. Creo que la Universidad tiene que estar comprometida con los cambios que experimentamos y ser una palanca que también contribuya a avanzar y, en definitiva, a una sociedad mejor. Por ello, quiero una Universidad comprometida con la igualdad y los valores de sostenibilidad. Todo eso tiene que nacer de nuestros campus, pero con el objetivo de llegar e impactar en nuestro entorno. Cuando pienso en los campus, en la ampliación en Teatinos, veo que hay mucho potencial y siendo realistas y eficientes con los recursos de que dispone la Universidad de Málaga, planificaremos las inversiones para poder avanzar en satisfacer las necesidades actuales y futuras en infraestructuras. Para lograrlo, trabajaremos para conseguir una financiación adecuada y acorde a las necesidades de una universidad de la magnitud de la nuestra. Y también veo el alcance de esta institución en nuestro entorno: quiero una Universidad que mejore su capacidad de transferencia de conocimiento, de emprendimiento y de internacionalización. Que se relacione con el tejido productivo y tecnológico de Málaga, capital y provincia, con su producción cultural y con su actividad social».

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