Medio ambiente

Los Asperones: llenar de vida un vertedero sellado

La veterana asociación de monitores medioambientales Almijara trabaja desde hace un año en la recuperación ecológica del antiguo vertedero municipal, sellado hace 20 años. Han plantado unos 4.500 árboles y arbustos.

El objetivo es crear un ecosistema completo repleto de vida. Empresas, institutos y colectivos colaboran en el proyecto

Un cementerio de contenedores de basura sobre el antiguo vertedero de los Asperones

Plantaciones en el antiguo vertedero de Los Asperones

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Dentro de unos 20 años esto será un parque forestal», calcula Miguel Ángel Barba. El fundador de la Asociación de Monitores Medioambientales Almijara señala una imponente meseta, levantada con miles de toneladas de desperdicios de los malagueños, superpuestas con capas de tierra y arcilla. La última capa de basura está a entre 50 y 70 centímetros bajo tierra.

Es el antiguo vertedero municipal de Los Asperones, que lleva dos décadas sellado y sobre el que ahora está surgiendo la vida: Desde enero de 2023 ha empezado a albergar unas 4.500 plantas entre árboles (pinos, algarrobos, enebros, almencinos... ) y arbustos (jara, retama, zarzamora, lentiscos...) de hasta 37 especies.

«Con las capas de arcilla la basura se va compactando y se instalan unas tuberías para la emanación de metano. Hoy prácticamente ninguna tubería suelta ya porque el metano sale de la materia orgánica y ya está descompuesta», explica el fundador de Almijara, que señala que los metales del basurero «pasarán a formar parte dentro de miles de años de rocas nuevas» y en cuanto a los plásticos y microplásticos, puede que tarden cientos de años en descomponerse, un proceso en el que ayudarán algunas bacterias.

Voluntarios Universidad Laboral en el vertedero sellado de Los Asperones, un trabajo de recuperación ecológica de Almijara

Voluntarios Universidad Laboral en el vertedero sellado de Los Asperones, un trabajo de recuperación ecológica de Almijara / Alfonso Vázquez

Mucho más que pinos

En este tiempo de restauración ecológica, la asociación nacida en 1987 ha recuperado 5 hectáreas de las 25 del viejo vertedero. Como explica, Almijara planteó el proyecto al Ayuntamiento, que ha cedido el espacio.

Pero la actuación es mucho más que «un cultivo de pinos», apunta Miguel Ángel Barba, pues se trata de crear todo un ecosistema lleno de vida. «Repoblar es crear una cobertura de árboles pero no es recrear el ecosistema completo. El ecosistema necesita desde pequeñas jaras y lavandas, que sirven para las especies polinizadoras, hasta retamas para que vayan creando suelo y arbustos donde comen los pajarillos», enumera.

Alumna Universidad Laboral planta romero en el vertedero sellado de Los Asperones, un trabajo de recuperación ecológica de Almijara

Alumna Universidad Laboral planta romero en el vertedero sellado de Los Asperones, un trabajo de recuperación ecológica de Almijara / Alfonso Vázquez

Además, al tiempo que plantan van creando refugios para lagartijas, salamanquesas, tijeretas o avispas solitarias («que no pican a la gente», aclara) y cubren los alcorques con piedras, que además de servir de refugio a «bichillos», permiten que no se evapore toda la humedad. Y todo está conectado: las tijeretas por ejemplo, se comen a los gorgojos y las avispas solitarias «ponen huevos dentro de las procesionarias y las larvas se las comen».

Sequía y robo de depósitos

«Este año pasado ha sido duro por la sequía pero hemos aguantado bien el tirón. Los porcentajes de plantas vivas han sido bastante buenos», comenta el navarro Míkel Villar, uno de los monitores medioambientales de Almijara, que explica que es arquitecto, vino a Málaga a trabajar y quedó enganchado con esta asociación, de la que ahora es el secretario.

Para combatir una sequía cada vez más pertinaz por el cambio climático, Miguel Ángel Barba explica que han tenido que regar, ya no en verano, como tradicionalmente, «sino desde abril a noviembre».

Y lo hacen contratando cubas de agua, que llenan depósitos de mil litros donados por conservas Ubago. El problema, lamenta Miguel Ángel Barba, es que pese a tratarse de un terreno municipal, la inseguridad es total y los robos de los depósitos de agua, continuos. «El otro día nos robaron diez depósitos, para lo cual tiraron 9.000 litros de agua», lamenta -al cierre de este reportaje, les habían vuelto a robar-.

Salida de metano en el vertedero sellado de Los Asperones, donde Almijara hace un trabajo de recuperación ecológica

Salida de metano en el vertedero sellado de Los Asperones, donde Almijara hace un trabajo de recuperación ecológica / Alfonso Vázquez

Para el responsable de Almijara, es necesario que el Ayuntamiento de Málaga se implique más en este proyecto y para acabar con los robos y tanta pérdida de agua en sus terrenos, propone que se instale una tubería desde las vecinas instalaciones de Limasam donde se lavan los camiones de basura hasta el antiguo vertedero, para aprovechar el agua del lavadero. «Sólo sería hacer una arqueta», apunta.

También han propuesto al Consistorio aprovechar el agua que tira la depuradora y, con una cuba, rellenar las tres charcas estacionales que se forman en lo alto de esta meseta, en cuyos límites han plantado vegetación típica de humedales. «Si el Ayuntamiento trajera una cuba de 15 a 20.000 litros duraba un par de meses y cuando esto tiene agua está lleno de pájaros, también de rapaces», remarca.

De hecho, vida animal ya hay porque, aparte de conejos, liebres y perdices, han delimitado con cintas un espacio para que nadie lo pise: «Lo hemos hecho porque hay nidos de cogujadas que hacen el nido en el suelo; en Málaga las llaman cuajales o cuajás», cuenta Miguel Ángel.

Miguel Ángel Barba, asociación Almijara, en el vertedero sellado de Los Asperones, donde realizan la restauración ecológica

Miguel Ángel Barba, asociación Almijara, en el vertedero sellado de Los Asperones, donde realizan la restauración ecológica / Alfonso Vázquez

Reforestación participativa

Almijara lleva realizando este tipo de reforestación participativa desde 1993. Ese año coordinó con el desaparecido Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) miles de voluntarios en una plantación tras el incendio del Monte San Antón. Entre sus haberes también tienen lo que hoy es ya un espacio forestal consolidado en La Pelusa del Palo, plantado hace más de dos décadas.

«Buscamos la financiación en todos los niveles, a través de fundaciones, de asociaciones que colaboran...», cuenta Miguel Ángel Barba.

Por eso, en la restauración ecológica del vertedero ya han pasado más de 2.000 personas entre empresas, centros educativos y asociaciones .

Como curiosidad, alguna empresa como Caterpillar ha llegado a enviar a clientes de otros países a colaborar en la plantación y otras como Denso Ten, la antigua Fujitsu, lleva muchos años colaborando con los proyectos de Almijara y llegó a ganar un premio internacional por esta colaboración. «Están superorgullosos de su trabajo y el año pasado vinieron a plantar hasta personas de la empresa que ya están jubiladas».

Lavanda en flor, vertedero sellado de Los Asperones, trabajo de recuperación ecológica de Almijara

Lavanda en flor, vertedero sellado de Los Asperones, trabajo de recuperación ecológica de Almijara / Alfonso Vázquez

En la mañana en la que La Opinión visitó este espacio de trabajo, con vistas incomparables de Málaga, los monitores medioambientales de Almijara acompañaban a alumnos de Gestión Forestal del IES Universidad Laboral. Una de las alumnas, que ya ha estudiado grado medio de Jardinería y Floristería es Esther Torres, de 19 años. Como comenta mientras planta romero en una zona próxima a las charcas hoy secas, «me está llamando la atención el hecho de pensar que aquí antes había basura, es algo que ni te imaginas».

En su opinión, es muy importante hacer prácticas de este tipo, «en campo abierto, trabajando en una repoblación y siendo tú misma la que plantas, la que ves cómo es el proceso; es una experiencia muy positiva».

Con garrafas sacadas de los depósitos, riegan la tierra mientras otros emplean picas para roturarla antes de plantar, por su dureza.

Plantados desde enero unos 4.500 árboles y arbustos, Miguel Ángel Barba cree que lo ideal sería duplicar esa cifra, antes de seguir extendiéndose por la que un día fue una gigantesca montaña de basura y hoy, gracias a Almijara, la semilla de un futuro parque forestal de Málaga.