Málaga encabeza la subida anual de la vivienda en España y eleva un 57% el precio en diez años

A la espera de comprobar si 2024 trae una cierta contención de precios al mercado inmobiliario, la provincia de Málaga encabezó el pasado año, junto a Baleares, la escalada de la vivienda libre en España (incluyendo tanto nueva como segunda mano), según recogen los datos de tasación publicados ayer por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, correspondientes a cierre de 2023, que reflejan una subida interanual del 9,7% en la provincia para un valor de medio 2.272 euros por metro cuadrado, su valor más alto desde 2008.

A Málaga y Baleares, ambas de claro corte turístico, le siguen otros enclaves de costa -Alicante (9,3%), Santa Cruz de Tenerife (9,2%) y Valencia (9,1%)-, en un escenario de precios que continuó al alza pese a la bajada del número de operaciones de compraventas que provocaron las sucesivas subidas de tipos de interés aplicadas por el Banco Central Europeo (BCE).

Los incrementos de precios fueron más atemperados en los otros grandes mercados de vivienda del país. Sevilla, por ejemplo, presenta un aumento del 7,5%; Madrid, del 6,6%, Girona y Cádiz, del 6,3%; Navarra del 3,8%; y Barcelona del 3,5%, por mencionar algunas provincias de referencia. La media anual de subida de precios en 2023 fue del 5,3%.

Málaga es la sexta provincia más cara de España tras Madrid (3.080), Baleares (2.957), Guipúzcoa (2.902), Barcelona (2.614) y Vizcaya (2.498). Ya en 2022 se superó a Álava (2.108) que, tradicionalmente siempre estaba por delante de la provincia malagueña.

La provincia rebasó precisamente en ese 2022 el promedio de los 2.000 euros el metro en el mercado de vivienda libre por primera vez desde 2009 y presenta ahora mismo los precios más altos desde el cénit de la burbuja inmobiliaria, cuando se alcanzó a inicios de 2008 en Málaga los 2.348 euros de media. Esa burbuja estalló de forma abrupta en verano de ese mismo año a raíz de la caída de Lehman Brothers en Estados Unidos, que originó una crisis económica mundial.

Para percibir mejor el tremendo incremento que ha sufrido el valor de la vivienda en Málaga en estos últimos años cabe recordar que los precios medios, durante la larga crisis económica que siguió al reventón de la burbuja, cayeron en Málaga a mínimos en el entorno de los 1.450 euros durante los años 2013 y 2014. Así, el valor de la vivienda en la provincia ha subido un 57% en estos últimos diez años. Sólo Baleares supera en España ese porcentaje de subida (58,4%), quedando Madrid en tercera posición (un 52,3%).

Tipología y municipios

Por tipología de vivienda, aquellas de hasta cinco años de antigüedad (el plazo que el Ministerio dispone para diferenciar estadísticamente las viviendas nuevas de las usadas) se han encarecido interanualmente un 8,5% hasta los 2.614 euros por metro, el precio más alto en doce años. Por su parte, la vivienda de más de cinco años (la que sería de segunda mano) aumentó su valor un 9,7% hasta los 2.262 euros.

Por municipios, Torremolinos registra el mayor incremento de precios de toda la provincia con un 14,3% para una media de 2.646 euros el metro. En Benalmádena aumentan un 12,4% (2.634), en Málaga capital un 11,6% (2.350), en Fuengirola un 11,1% (2.646) y en Estepona un 10,9% (2.347). Mijas presenta un aumento del 10,6% para una media de 2.350 euros, Rincón de la Victoria del 9,9% (2.438) y Marbella del 7,9% (3.037 euros, la más cara de la provincia).

La subida de precios es más moderada en el interior: en Alhaurín de la Torre suben un 6,8% y alcanzan los 2.023 euros el metro cuadrado y en Antequera lo hacen un 6,3% (1.184). Por su parte, Ronda es el único municipio de la provincia que registra una ligera bajada (-1,3%) para dejarlos en 1.214 euros.

La mayoría de expertos cree que la ralentización del sector debería traducirse ya en este 2024 en una moderación de los precios. El Colegio de Registradores de España, que publicó hace unos días un informe donde analiza el actual panorama, apuntaba que el «cambio de ciclo» parece claro y que la duda es si el siguiente paso será de una «estabilización de precios» o de un «cierto grado de corrección». El comportamiento del número de compraventas de vivienda y la evolución de la actividad económica y su impacto sobre el empleo serán algunas de las variables a tener en cuenta.