Educación

Málaga aprende de Europa para la formación colectiva de los docentes

Los Centros de Formación del Profesorado de Málaga y Marbella-Coín participan, junto a la UMA, en un proyecto europeo que suma la experiencia de universidades de Noruega, Alemania, Austria, Chipre y Grecia

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Las directoras de los CEP de Málaga y de Marbella-Coín, con las ponentes Elvira Barrios y Anne Berit Emstad.

Las directoras de los CEP de Málaga y de Marbella-Coín, con las ponentes Elvira Barrios y Anne Berit Emstad. / L. O.

Aprender de forma colectiva para que el progreso también sea colectivo. Este es el espíritu de un proyecto europeo que se ha puesto en marcha en Málaga, de forma pionera, para la formación de docentes de todos los niveles. La educación en España observa desde hace años las experiencias de otros países europeos como Noruega, Alemania o Austria y busca exportar estos nuevos enfoques metodológicos.

La directora del Centro de Formación de Profesorado (CEP) de Málaga, María del Mar Gallego, explica que la idea es que la formación continua del profesorado no sea individual. «Es importante cuando una persona se compromete con su docencia, porque es un compromiso que cada uno adquiere, pero el desafío de este proyecto es que repercuta en la comunidad completa», detalla.

Esa es la esencia del proyecto puesto en marcha en diciembre pasado, en el que participan los CEP de Málaga y Marbella-Coín, junto a la Universidad de Málaga y otras universidades de Austria, Chipre, Grecia y Noruega, coordinados por la Universidad de Educación Weingarten de Alemania.

Financiación europea

LeaFaP es una iniciativa internacional que cuenta con financiación de la Unión Europea y que busca «fortalecer la colaboración docente en centros escolares, universidades e instituciones de formación del profesorado y, como consecuencia de ello, mejorar el aprendizaje del alumnado».

El proyecto parte de la premisa de que ya que el profesorado invierte mucho tiempo trabajando en común, por qué no esforzarse en sacarle más provecho a este aprendizaje profesional, «más allá del mero intercambio de ideas».

Para ello se utiliza el concepto ‘comunidades profesionales de aprendizaje’, que no es nuevo pero sí lo es el enfoque metodológico que le da este proyecto.

«Son grupos de docentes que comparten una idea común para buscar una mejora de sus prácticas profesionales, de su docencia, que repercuta en su alumnado», explica la directora del CEP de Málaga.

Tres años de trabajo

Este proyecto europeo, que tiene una duración de tres años hasta 2026, utiliza tanto a los ‘líderes educativos’ -directores, jefaturas de estudios y asesores- como al propio profesorado y los perfiles universitarios, para ver cómo mejorar el desarrollo profesional de los docentes.

En cuanto a las actividades concretas que incluye, se están celebrando reuniones tanto telemáticas como presenciales entre los socios para gestionar el proyecto. Encuentros a los que asisten los equipos motores de cada grupo participante. En el caso de Málaga, está formado por las directoras de los CEP de Málaga y Marbella-Coín, María del Mar Gallego y Rosa Arcos, y los asesores José Luis Carmona y Alberto Corpas.

En total habrá seis reuniones presenciales a lo largo de tres años, que se celebrarán en cada uno de los países participantes. Tras la primera en Chipre el pasado octubre, la siguiente será en la capital malagueña en marzo.

Proyecto europeo del Centro de Profesorado de Málaga CEP y de Marbella-Coín.

Una de las ponencias en el marco de este proyecto formativo. / L. O.

Reflexiones sobre la educación

Actualmente, este proyecto, englobado en los Erasmus+, se encuentra en la fase de definición del marco conceptual.

«Hemos establecido unos grupos focales con entrevistas a líderes educativos, profesorado y también con docentes universitarios y alumnado de Ciencias de la Educación», explica Gallego.

En estos grupos se analizan cuestiones clave para la educación como qué desafíos plantea el sistema actualmente o qué necesidades de apoyo y de formación específica requieren los profesores.

Cuando cada país participante termine esta fase se pondrá en común y se redactará un informe global para establecer la «base científica y contrastada» para empezar a trabajar en la práctica.

Así, las dos siguientes fases se centran ya en definir y poner en marcha formaciones para docentes de todos los niveles. Un programa en varios idiomas para ayudar a los grupos de docentes a convertirse en comunidades orientadas al aprendizaje.

«El resultado será esta recopilación de actividades, así como un curso de formación modular autónoma que lo queremos abrir para todos aquellos a los que les pueda venir bien, ya sean un equipo directivo, docentes o alumnos en formación para ser docentes», comenta María del Mar Gallego.

Esta formación para el profesorado tendrá una aplicación práctica real: «No es únicamente recibir la formación, sino que en su propio diseño incluye un tiempo para la implementación».

De esta forma, la directora del CEP de Málaga añade que «en todas las formaciones hay una evaluación del proceso».

En Málaga, están participando en este proyecto una veintena de profesionales, entre miembros de equipos directivos y asesores. Un número que se multiplicará cuando tanto unos como otros trasladen lo aprendido a los centros educativos con los que trabajan.

Gallego prevé que esta intervención formativa tenga un importante impacto en el profesorado y, por tanto en el alumnado, para mejorar en definitiva la calidad del aprendizaje: «Es un reto porque tiene sus dificultades, pero es muy positivo al beneficiar tanto a los docentes como a los alumnos».

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