Cristo de Medinaceli: Quince horas de devoción y tradición
Como cada primer viernes del mes de marzo, la imagen de la iglesia de Santiago recibe las oraciones de los miles de fieles que han hecho una larga cola para cumplir con la tradición
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Un año más, el primer viernes de cada mes de marzo es un día señalado por muchos malagueños. Nuevamente, cumplirán con la tradición de venerar a la imagen del Cristo de Medinaceli, en la iglesia de Santiago, ubicada en la céntrica calle Granada.
Desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche, miles de fieles aguardarán pacientemente en fila para rezar frente a la imagen del Señor Cautivo y Rescatado. La tradición y devoción hacia el Cristo de Medinaceli no entiende edades y desde primera hora de la mañana los fieles se han congregado en una larga cola para cumplir con esta enraizada tradición malagueña. "Tener esta acogida cada año para nosotros nos da mucha alegría porque nos lo tomamos como una manifestación de fe hacia el señor", subraya el presidente del grupo parroquial, Isidoro Rodríguez.
"La tradición está pasando de generación en generación, desde los más mayores hasta los más pequeños", nos explica Sara María, que se encontraba orando en el reclinatorio a los pies de Medinaceli. "Venía con mi madre desde que era muy pequeño, recuerdo que aquel año llovía muchísimo, llegamos a la iglesia chorreando, pero mereció la pena", comenta Adrián.
Del mismo modo, el presidente del grupo parroquial cuenta con emoción todo aquello que le hace sentir estar allí presente, "ves muchas situaciones que te hacen reflexionar, emocionarte, ves personas con distintos tipos de dificultades y que gracias a la fe, vienen aquí para darle las gracias al señor, para pedir lo que necesitan y tener un momento íntimo con el señor". "La iglesia tiene un horario, de ocho a once de la noche, pero si las personas que se encuentren en su interior, necesitan un poco más de tiempo junto al Cristo, se les permite".
La tradición
La devoción al Cristo de Medinaceli se remonta al siglo XVII, cuando los musulmanes apresaron la imagen en una colonia española del norte de África. La tradición de depositar tres monedas a sus pies, equilibrando el rescate de la imagen, perdura como una manifestación de fe. Se dice que al realizar tres peticiones y rezar tres 'padrenuestro', al menos una petición se concederá.
El presidente de la parroquia, Isidoro, ha explicado que "esta tradición surge originalmente en Madrid". "La tradición ha concretado que el donativo sea el diezmo de las treinta monedas, en otras palabras, tres", añade. "El valor, puede ser el que quieras, pero lo importante es que tienen que ser iguales", expresa Laura. "Yo vengo todos los años porque siempre me cumple todo aquello que le pido", insiste José Luis.
Este evento, arraigado en la historia y la fe, refleja la conexión profunda de los malagueños con esta tradición religiosa marcando como cada año, un día especial de reflexión y plegarias.
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