Casi el 30% de la población en la ciudad de Málaga está expuesta a un nivel de ruido por encima de los 70 dB (A), por encima del umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que limita esa exposición a 65 dB durante el día y 55 dB por la noche.
Así se desprende del libro «La contaminación acústica en las ciudades andaluzas y la incidencia del COVID-19», editado por la Universidad de Almería y patrocinado por la Fundación Unicaja. Atendiendo al padrón de la ciudad, que abarca a 579.076 personas, 167.932 malagueños sufren un nivel excesivo de exposición al ruido.
El equipo investigador achaca ese alto porcentaje principalmente a que existe un «gran número de edificios situados en la cercanía de grandes avenidas y circunvalaciones» por lo que el tráfico rodado se convierte en una de las principales fuentes emisoras de ruido.
«La ciudad cuenta un sistema de rondas de circunvalación. La A-45 es la autovía que une Córdoba con Málaga, y acumula la mayor parte del tráfico procedente de Sevilla, Córdoba, Granada y la zona centro-norte de España. La N-340 recorre todo el litoral de la ciudad de Málaga adentrándose hasta el casco urbano y la parte sur del aeropuerto. Otro eje viario importante que comunica la periferia de la ciudad con el interior es la A-3», indica el estudio.
De hecho, el informe -que compara la situación antes y durante el confinamiento por la pandemia- señala que para el 68,6% de los encuestados es el tráfico lo que provoca más ruidos molestos, seguido curiosamente de la tendencia a hablar alto (33,3%), las obras públicas (22,9%), la reproducción de aparatos domésticos (20,9%) o la actividad de bares, pubs y discotecas (20,8%).
No obstante, si se atiende a las llamadas a la policía por parte de la ciudadanía por problemas de ruido, están concentradas en dos grandes casos. El 60% denunció ruidos provocados por conflictos vecinales, incluyendo la celebración de fiestas, y en el 40% de los casos estuvo vinculado a actividades de ocio.
No se registraron llamadas por exceso de ruido, por ejemplo, por el tráfico, por la reproducción de alarmas o sirenas, por animales, mobiliario urbano en mal estado o por el turismo.
Percepción
En cuanto al grado de concienciación por parte de la administración pública con respecto al problema del ruido, el 49,8% de los consultados tiene la percepción de que no tiene ninguna, un 26,4% le da un 2 sobre 5 y solo el 1,6% considera que la preocupación es máxima.
Por otro lado, los investigadores preguntaron a la muestra cómo consideran que evolucionará el nivel de ruido en la ciudad. El 37,1% respondió que cree que aumentará, el 17,3% que no experimentará cambios y el 36,8% señaló que disminuirá.
Sobre las medidas que tomarían para solucionar la contaminación acústica, el 36,5% de los malagueños apostó por limitar o restringir el tráfico y el 16,9% declaró aumentar la presencia policial para controlar el respeto de los horarios así como endurecer las normas en relación al ocio nocturno.
La Policía Local de Málaga denunció esta semana a 20 personas por la realización de actividades en el domicilio que impiden el descanso ajeno, cantar o proferir gritos en la vía pública, actividades de ocio con puertas o ventanas abiertas y por usar instrumentos o equipos musicales. En cuanto a los establecimientos, de 32 inspecciones, 15 establecimientos fueron denunciados por carecer de licencia de apertura, autorización municipal o declaración responsable, no tener toda la documentación exigida en regla, trascender música al exterior y por no respetar el horario de establecido. En materia de ocupación de la vía pública figuran siete denuncias por ocupación sin autorización, por ocupar más de lo autorizado y por incumplir el horario de cierre de la terraza.