Ciencias

El Centro Oceanográfico de Málaga abrirá en julio tras seis años de retraso

El edificio, ubicado en el Puerto, debería haberse inaugurado en 2018 pero ha sufrido demoras en la construcción y la instalación eléctrica

Edificio oceanográfico en el puerto de Málaga.

Edificio oceanográfico en el puerto de Málaga. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El Centro Oceanográfico de Málaga, el gran edificio construido en la zona de San Andrés del Puerto de Málaga, ya tiene, por fin, fecha de apertura.

Este equipamiento abrirá sus puertas a mediados de julio, una fecha en la que se espera que ya estén instalados todos los laboratorios, que empezarán a montarse a partir del próximo 15 de mayo, según confirma a este periódico el nuevo director del centro, David Macías.

El centro empezará a rodar en ese mes aunque se prevé un acto de inauguración oficial un poco antes, a lo largo de junio, para lo que tampoco hay fijada aún una fecha concreta.

Este edificio empezó a construirse en 2016 con un calendario de obras que fijaba un máximo de18 meses para la ejecución de los trabajos.

De hecho, en septiembre de 2016, en una visita del entonces delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz -hoy consejero de la Presidencia en la Junta-, el Ejecutivo Central aseguraba que la construcción finalizaría en enero de 2018, lo que permitiría que durante ese año se efectuase la mudanza del mobiliario, los equipos y el personal de la actual sede, establecida en Fuengirola desde 1983.

Según relata Macías, la construcción e instalación del Oceanográfico ha estado plagada de imprevistos que han retrasado la entrada en funcionamiento del edificio, que llegó a manejar una segunda fecha de apertura, en el año 2022.

Los problemas comenzaron al inicio de la construcción del edificio, ya que los cimientos proyectados no servían para el terreno que se encontraron en la parcela. «Hubo que hacer un estudio geológico y retrasó el inicio de las obras», rememora el director, que explica que hubo que aumentar la dotación presupuestaria, por lo que el asunto debía pasar por Consejo de Ministros, lo que empezó a demorar el proceso constructivo.

Culminada la construcción, el otro gran problema que se ha presentado es el suministro eléctrico, para lo que tuvieron que acordar con el Puerto de Málaga la construcción de una subestación eléctrica.

Macías señala que el Centro Oceanográfico tenía reservado un punto de suministro en la zona, aunque el retraso de las obras supuso que finalmente se destinase a otros usos, por lo que tuvieron que habilitar otro acceso a la red eléctrica.

«Teníamos un punto reservado y eso estaba adjudicado a otro edificio. No teníamos forma de conectar nuestro edificio», añade.

Esa subestación ya está construida y ahora están a la espera de concluir con la parte burocrática para dar de alta el contrato eléctrico. «No podemos hacer nada mientras no tengamos el suministro eléctrico». Por ejemplo, no se pueden visar los ascensores ni la climatización o establecer la red de datos en el edificio.

De hecho, si al finalizar las obras, el punto de electricidad hubiera estado disponible, Macías considera que el centro podría haberse inaugurado en 2020.

El director de esta institución estima que en cuestión de una semana podrán disponer ya de electricidad y, que a partir de ahí, irá todo «muy rápido» porque las empresas adjudicatarias del montaje del mobiliario tienen un tiempo máximo para ejecutar los contratos.

Eso permitirá iniciar ya la mudanza del personal, que ronda los 106 profesionales contando solo con los funcionarios, a los que hay que sumar, por ejemplo, personal en estancias breves o en prácticas.

Una «necesidad»

David Macías es claro al afirmar que el traslado al nuevo centro de la capital es una «necesidad» debido a que cuentan con una plantilla amplia «en un espacio muy pequeño».

De hecho, el edificio de Fuengirola en propiedad del CSIC, su sede actual, presenta una serie de deficiencias y desperfectos que requerirían una importante inversión y que no se están acometiendo precisamente por la mudanza pendiente al nuevo centro.

«Estamos haciendo muchos gastos para poder seguir allí mientras abrimos este centro, pero lo que habría que hacer es demasiado para un centro que va a estar abierto ya unos meses».

No obstante, mantener ambos centros supone un trabajo extra para los trabajadores porque supone llevar «dos contabilidades» a la vez.