El Centro Oceanográfico de Málaga lleva más de un año con las obras terminadas y a la espera para abrir

Los orígenes del Centro Oceanográfico de Málaga hunden sus raíces en el barrio de La Malagueta, entre los años 1910 y 1912, donde se instaló un primer laboratorio provisional, para trasladarse después a un edificio en el puerto de Málaga. No fue hasta 1983 cuando este centro de investigación marino se traslada a un nuevo edificio ubicado en Fuengirola, donde se mantiene en la actualidad.

En febrero del año pasado, finalizados los trabajos para la construcción del nuevo Centro Oceanográfico de Málaga, según indica a este periódico el Ministerio de Hacienda, se solicitó la recepción de obras de la edificación.

Se trata del último trámite por salvar para poner en marcha el edificio de 5.000 metros cuadrados sobre unos terrenos cedidos por la Autoridad Portuaria en 2010, y en el que se han invertido siete millones de euros. De esta manera, el centro de investigación se trasladará desde su ubicación actual en el puerto pesquero de Fuengirola para retornar a la capital malagueña, de donde se fue en 1983. Un año después de que se solicitara, ese acto administrativo aún no se ha producido y tampoco hay un plazo definido para que se produzca.

Según explican fuentes del Ministerio de Hacienda, cartera de la que depende Segipsa -Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio-, encargada de la dirección de la obra, el mismo mes de febrero del año pasado se solicitó esa recepción de obras y se han ido aportando los expedientes e informes requeridos por el CSIC -Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, del que depende el IEO -Instituto Español de Oceanografía-.

Esto es así porque el Centro Oceanográfico de Málaga es uno de los nueve centros de investigación costeros del IEO-CSIC junto al de La Coruña, Baleares (Palma), Cádiz, Canarias (Santa Cruz de Tenerife), Gijón, Murcia (San Pedro del Pinatar), Santander y Vigo.

«Para realizar dicho acto, se ha ido proporcionando la documentación que ha ido solicitando CSIC. En estos momentos, se está preparando detalle de la Liquidación de las obras, solicitado a finales de 2022 y que se prevé presentar en muy breve plazo», indican fuentes de Hacienda, que no concretan cuánto más se demorará la tramitación.

Más allá de la intervención de Segipsa, esas mismas fuentes ministeriales añaden que el edificio necesitará disponer de suministro eléctrico, así como equiparse de mobiliario y un laboratorio. «En estas gestiones no interviene Segipsa», añaden.

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Coexistencia

Fuentes del Ministerio de Ciencia, como responsable del CSIC, indican que una vez se produzca la entrega de la obra comenzará el traslado del personal y el equipo, por lo que durante un tiempo ambos centros, el de Málaga y el de Fuengirola, «coexistirán abiertos hasta la completa dotación del nuevo».

En cuanto a la fecha de apertura, señalan que «no se cuenta con un plazo concreto», aunque confían, insisten, en «que no sea largo y que en los próximos meses ya se pueda disfrutar de las nuevas instalaciones».

Como ya informó este periódico, el Centro Oceanográfico de Málaga cuenta con casi 90 personas en plantilla y esperaba aumentar hasta 95 empleados al finalizar 2022. El traslado de los profesionales se hará por fases, reubicando primero en la nueva sede a los que no tengan que hacer uso de los laboratorios. En primavera del año pasado, se esperaba que los traslados pudieran comenzar a finales de 2022, una mudanza que finalmente se está retrasando.

Dos décadas para volver

Hace casi 20 años que comenzaron las primeras gestiones para que el Centro Oceanográfico de Málaga volviera a la capital, en una parcela cedida por la Autoridad Portuaria. Las primeras conversaciones serias llegaron en 2004 y se planteaba empezar ese traslado en 2008.

No obstante, la concesión de los terrenos -por 35 años prorrogables- llegó dos años después y las obras del nuevo edificio -adjudicadas a Sando- empezaron en 2016, una construcción que también sufrió un importante retraso, llegando a estar parada varios años.

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