Foro del Mediterráneo

El modelo «único» de la ciudad mediterránea del futuro

El segundo encuentro del Consejo de Málaga en el Foro Económico y Social del Mediterráneo debatió sobre los retos que genera sobre las ciudades la capacidad de captar talento y turismo gracias a sus valores «ricos» y «complementarios»

La Opinión volvió a congregar esta semana al panel de expertos para abordar los retos de las ciudades mediterráneas.

La Opinión volvió a congregar esta semana al panel de expertos para abordar los retos de las ciudades mediterráneas. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Cómo será la ciudad mediterránea del futuro, cuáles serán sus fortalezas, qué amenazas deberá afrontar y, sobre todo, cuáles son los errores del pasado y presente en los que no debe volver a caer. Toda una amalgama de incógnitas que busca respuestas certeras en el Consejo de Málaga del Foro Económico y Social del Mediterráneo, un espacio impulsado por Prensa Ibérica en colaboración con la Fundación La Caixa para debatir sobre las fortalezas y los retos del gran arco del litoral peninsular que se extiende desde Portbou, en Girona, hasta Tarifa, en Cádiz, y en el que Málaga ocupa un lugar destacado como un caso de éxito exportable.

En este marco, La Opinión de Málaga volvió a congregar al panel de expertos seleccionados para analizar cómo será esa «ciudad mediterránea del futuro» desde el punto de vista de la arquitectura, el urbanismo, la tecnología, la innovación, la economía o el sector energético.

Un consejo compuesto por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente del Málaga Tech Park, Felipe Romera; la presidenta del Colegio de Arquitectos de Málaga, Susana Gómez; el presidente de Sando, Luis Sánchez Manzano; la directora del Departamento de Planificación Territorial y Urbana en Turismo y Planificación Costa del Sol, María Machuca; el arquitecto Salvador Moreno Peralta; el urbanista Miquel Barceló; el director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez; el presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y Andalucía (CEA), Javier González de Lara y Ramón Gras, urbanista e investigador en Ciencia de las Ciudades en la Universidad de Harvard.

En este segundo encuentro, los participantes estaban llamados a complementar y perfilar las conclusiones de un primer encuentro, celebrado el 11 de enero en la capital malagueña, en el que se discutió el modelo «diverso» pero «único» de la fachada mediterránea, aunada bajo una gran «ciudad región» cada vez más atractiva no solo para el turismo sino también para el talento innovador que persigue una buena calidad de vida en un entorno amable al tiempo que bien equipado para desarrollar su futuro profesional y personal.

Y en la cara B, los expertos pusieron sobre la mesa las amenazas que conlleva esa capacidad de atracción, como son los procesos de gentrificación, la tensión del mercado de la vivienda, la presión turística, el problema del agua o la dependencia energética.

Éxito y debilidades

Un debate que moderó el director de La Opinión de Málaga, José Ramón Mendaza, junto al director de Desarrollo de Nuevos Proyectos en la Zona Mediterránea de Prensa Ibérica, Tomás Mayoral.

Abrió este segundo encuentro el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que incidió en que el Mediterráneo se ha convertido en «un sitio seguro de éxito» tanto para instalar grandes compañías como para acomodar a teletrabajadores. En esta línea, hizo especial hincapié en que la población local aproveche las «oportunidades de trabajo» que surgen de ese ecosistema que se crea y abogó por invertir en educación de calidad. «El capital humano es la base del crecimiento de un territorio, es lo que da cohesión social».

En esa línea, el director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez, evidenció cómo el crecimiento poblacional está generando una mayor demanda energética que está requiriendo ya la construcción de más infraestructura que garantice el suministro, no tanto en el ámbito doméstico, que sí está cubierto, sino para que cubra aquellos proyectos «electointensivos» que desembarcan en las ciudades. En el caso de Málaga, un ejemplo de ello será el desembarco del IMEC, el Centro Interuniversitario de Microelectrónica. «El mundo digital está demandando enormes cantidades de energía y todo esto necesita un abastecimiento de alta potencia para que siga creciendo».

El urbanista Miquel Barceló, creador del distrito innovador 22@ de Barcelona, subrayó la importancia de avanzar hacia un nuevo modelo de urbanismo basado en la «mezcla de usos», donde los usos primarios, esto es, la actividad económica, las oficinas, estén ubicadas junto a las viviendas para evitar desplazamientos, aumentar la calidad de vida de las ciudades y evitar la polución. Y, por otro lado, destacó la necesidad de crear espacios urbanos que funcionen como «puntos de encuentro» en los que germine el talento innovador. «En los próximos años tenemos que buscar la forma de trabajo en red de espacios fuera de la ciudad, que serían los parques, con espacios dentro de la ciudad, que serían los distritos innovadores, con determinados edificios que se configuran rodeados de vivienda».

Una idea que compartió el presidente del Málaga Tech Park, Felipe Romera, que puso de ejemplo la tecnópolis malagueña y los problemas que arrastra para encontrar viviendas para sus trabajadores. «El modelo de proximidad de la gente viviendo cerca del trabajo es un gran valor un gran valor, el trabajo puede estar en una ciudad o puede estar en un parque», recalcó Romera.

Por su parte, el presidente de Sando, Luis Sánchez Manzano, puso sobre la mesa la necesidad de encontrar vías de financiación que aseguren el mantenimiento de los servicios que demanda ese crecimiento poblacional. «Tendemos a planificar en torno a las personas que están censadas en las ciudades y resulta que hace años teníamos una población flotante que durante dos o tres meses venía, pero es que ya cada vez es más estable, cada vez tenemos más personas de fuera que son ciudadanos de otro sitio, pero que tienen una segunda residencia y pasan parte del año aquí de una manera mucho más extensa».

II Foro del Mediterráneo organizado por La Opinión de Málaga.

II Foro del Mediterráneo organizado por La Opinión de Málaga. / Álex Zea

Ciudad región

El arquitecto malagueño Salvador Moreno Peralta recuperó el concepto de «ciudad región» para englobar a todo el territorio del arco mediterráneo, una franja litoral «privilegiada» en la que se produce un «sumatorio de valores riquísimos y complementarios».

Sin embargo, Moreno Peralta advirtió de que las ciudades mediterráneas deberán hacer frente a un problema demográfico vinculado al carácter «de acogida» de estas ciudades, tanto por el turista que acaba convirtiéndose en ciudadano como por el inmigrante que llega en patera. «No podemos obviarlo y, de alguna manera, hay que ver la forma de concebir un territorio proclive a una mayor productividad, crear una infraestructura productiva que dé de comer a una inmigración masiva».

La presidenta del Colegio de Arquitectos de Málaga, Susana Gómez, coincidía en esa idea del mediterráneo «como un todo» que planteaba Moreno Peralta. «Málaga ciudad la concibo más como si fuera un territorio. Desde Marbella no tienes la percepción de que te estás moviendo de una ciudad a otra sino de que te vas desplazando por una calle larga», compartió Gómez, que también defendió en su intervención que el urbanismo, como herramienta de gestión, «se está quedando atrás».

La directora del Departamento de Planificación Territorial y Urbana en Turismo y Planificación Costa del Sol, María Machuca, enfatizó el turismo como un «monocultivo», que es ya una realidad en el entorno mediterráneo de la península. En el caso de la provincia de Málaga, en 2023 ha recibido a 14 millones de visitantes, de los 85 que registró todo el conjunto nacional.

Machuca alertó de cómo la gentrificación, la tensión del mercado inmobiliario y el encarecimiento de la vida en las ciudades está derivando en un fenómeno de «turismofobia» que «no estaba generalizado pero que empieza a preocupar». «Los locales sí que empiezan a percibir que se les deja de lado porque todo vale mientras venga gente, entonces quizá es el momento de hacer política para los locales», afirmó priorizando especialmente la construcción de VPO.

Las conclusiones de este foro se harán públicas el próximo 25 de abril en un acto abierto al público.

Las claves que centraron el Consejo de Málaga

  • «Sitio seguro de éxito»: la población local debe poder aprovecharse de las oportunidades de empleo.
  • Dependencia energética: el aumento poblacional demanda más suministro.
  • Mezcla de usos: es vital acercar actividad económica y zonas residenciales.
  • Financiación: las ciudades mediterráneas deben poder garantizar los servicios públicos.
  • Turismofobia: se requieren políticas públicas que no dejen a la población local «de lado».