Crónicas de la ciudad

‘Zona de esparcimiento’ en mitad de Campanillas

La calle Hortensia continúa siendo el cementerio de electrodomésticos de los usuarios más brutos, con el riesgo de incendio que los vecinos no se cansan de señalar 

Los contenedores de calle Hortensia, hace unos días.

Los contenedores de calle Hortensia, hace unos días. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El pasado sábado cumplía este periódico y con él, esta sección, un cuarto de siglo. La casualidad ha querido que entonces diera sus primeros pasos entre carteles de las elecciones municipales que ganó Celia Villalobos y que ahora, los carteles regresen pero con unas elecciones al Parlamento Europeo.

Como reconocían Paco de la Torre, Francis Salado y Paulino Plata durante una charla la semana pasada en el Palacio de Ferias, moderada por el periodista de este diario José María de Loma, los dineros europeos han tenido un papel importantísimo en la gran transformación de Málaga.

Sin Bruselas y Estrasburgo, lo mismo la Málaga actual no la habríamos disfrutado hasta mediados de este siglo, siendo optimistas. Pero hay rincones de nuestra ciudad que, si no 25 años, llevan ya cerca de dos décadas igual pero por una inquietante razón: por haber guardado las esencias de la mugre. 

Entorno del área de contenedores de calle Hortensia.

Entorno del área de contenedores de calle Hortensia. / A.V.

El rincón del que hablamos está en Campanillas y la asociación de vecinos lleva años denunciando su mal estado, sin que hasta la fecha haya sido posible aplicar el sentido común para adecentarlo. 

El problema estriba en que, en este barrio de Málaga hay un punto en el que la manida expresión político-urbanística «zona de esparcimiento» se toma al pie de la letra y lo que esparcen los usuario más brutos es la basura. 

Tan bucólico lugar se encuentra en una calle con nombre de flor, la calle Hortensia, muy cerca del Carril de Segovia. Allí, pegada a una veterana parcela y frente a la urbanización de la Hacienda Segovia se instaló una zona de contenedores con el inconveniente de que se hizo en precario, pues justo detrás lo que hay es un alargado y estrecho secarral a la espera de ser urbanizado. 

En el PGOU actual, por cierto, esta sucia ‘zona de esparcimiento’ está calificada como equipamiento

Mientras se produce este milagro, en la última visita de esta sección, este mismo mes, detrás de los contenedores había, enmudecidos, tres televisores del año de la polka, carritos, cajas y en las cercanías, el clásico suelo pavimentado de escombros. 

Desde el año 2017, la asociación de vecinos clama, hasta la fecha en el desierto, para que se hagan aceras ya, porque cualquier día, con el ‘esparcimiento’ de basura y electrodomésticos en esta extinta pradera puede producirse un incendio.

Sería menester que Úrsula von der Leyen se dejara caer estas elecciones por este extremo de sus dominios para que se hiciera justicia.Y limpieza.  

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