Primera RFEF

Córdoba CF - Málaga CF: los mismos pecados de siempre

La derrota en el vital duelo del Nuevo Arcángel evidencia un patrón preocupante de errores que se repiten

Adilson busca finalizar una jugada en el área del Málaga.

Adilson busca finalizar una jugada en el área del Málaga. / A. J. González

El fútbol es un deporte muy simple, o al menos eso dicen los expertos. Los errores suelen ser los actores decisivos, más aún cuando se trata de un partido apretado que depende de detalles. Y en eso, el Málaga CF no está dando con la tecla; de hecho, está pulsando muchas equivocadas en momentos de alta tensión. El choque ante el Córdoba era uno de ellos y los blanquiazules volvieron a cortar el cable erróneo.

Falta de pegada

El Málaga cuenta con una distinción innegable, la de ser el equipo menos goleado de la Primera RFEF, con 22 tantos encajados en 34 jornadas. Sin embargo, si en el área opuesta no se completa el trabajo, el resultado es insuficiente. Con 44 dianas, los malaguistas divisan desde lejos los 53 del Ibiza, los 61 del Córdoba o los 69 del inalcanzable Castellón, los teóricos rivales directos. Además, no es un tema meramente numérico, pues las sensaciones ofensivas son poco esperanzadoras. Roberto concentra 14 de esos 44 goles. La dependencia goleadora del equipo con respecto al de Puente Genil es palpable, ya que si Roberto no anda fino, el Málaga suda tinta china para poder marcar un gol. El segundo y último en superar la media decena es Dioni, con 7, siendo el reparto anotador realmente preocupante.

Métodos ineficientes

Dice el dicho que el que mucho abarca, poco aprieta. Sergio Pellicer presumió en la rueda de prensa pospartido de una estadística que ubica al Málaga como el tercer equipo de la liga que más balones centra al área. Sin embargo, no es el remate la principal virtud de los de Martiricos, que, de vez en cuando, encuentran a través de sus centrocampistas de calidad vías para hilvanar jugadas de cara a la meta rival. El Málaga envía muchos balones al área, pero acostumbran a encontrar un rematador forzado que no consigue aprovechar la oportunidad o simplemente se pasean sin hallar atacante.

Permisividad defensiva

Suena contraproducente destacar puntos negativos en área propia viniendo del dato que destaca al Málaga como el equipo que menos goles recibe de la categoría, pero los hay. En el partido del Nuevo Arcángel, el Córdoba contó con varias llegadas de notable peligro, como la internada de Adilson en la que el árbitro no detectó un meridiano penalti de Manu Molina o el mano a mano posterior del propio portugués, en el que se acabó haciendo un lío antes de definir. En la segunda mitad, el gol llegó a balón parado. Y no fue una jugada maestra de la pizarra de Iván Ania sino un despiste calamitoso de Jokin Gabilondo, que autoriza el remate de un Carlos Albarrán liberado en el segundo palo. Poco puede hacer Alfonso Herrero, que cerca queda de detener el cabezazo.

Imágenes del partido que ha enfrentado este domingo en el Nuevo Arcángel al Córdoba CF y al Málaga CF, correspondiente a la 34º jornada de la Primera RFEF

Manu Molina derriba a Adilson en el área. / A. J. González

Reacción insuficiente

Los costasoleños no suelen estar por debajo en el marcador. Y eso es tan virtud como problema en dichos casos. Tras el gol blanquiverde, no se percibió a un Málaga con el cuchillo entre los dientes. Fue más bien un equipo que debía atacar por compromiso y por la inercia de las sustituciones, pero sin veneno. El canterano Cordero fue el que más ímpetu ofreció, aunque, como es lógico, insuficiente para rasguñar al mejor equipo de la segunda vuelta.

Falta de recursos

Cuando hace falta agitar el árbol, Pellicer mira al banquillo. Y ahí, no hay recursos para cambiar un partido. Con la sanción de Ferreiro, las alternativas ofensivas eran Dioni, Avilés y los canteranos Ochoa y Cordero. El Málaga pretende librar la guerra por el ascenso a segunda con revulsivos que no lo aventajan de ningún rival.