Tribunales

Condenados los dos sicarios que ejecutaron con doce tiros a un hombre en el Centro de Marbella

El acuerdo de conformidad rebaja a la mitad la petición inicial del fiscal, que alcanzaba los 38 y 35 años, respectivamente

La víctima, que recibió los cuatro primeros por la espalda, fue asesinado a plena luz del día

La víctima recibió doce disparos en un paso de peatones.

La víctima recibió doce disparos en un paso de peatones.

Los dos acusados de ejecutar a un hombre en el Centro de Marbella a plena luz del día acribillándolo con doce disparos han sido condenados a 18 y 17 años y medio de prisión, respectivamente, tras alcanzar las partes un acuerdo de conformidad que ha rebajado notablemente la petición de 38 y 35 años de la Fiscalía. Con el acuerdo no será necesario celebrar el juicio, que estaba previsto que comenzara a celebrarse este lunes por el Tribunal del Jurado.

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, los dos condenados sumarán 16 años y medio de prisión por el asesinato consumado y un año más por tenencia ilícita de armas (la Fiscalía llegó a pedir 10 años de prisión por depósito de armas de guerra), mientras que uno de ellos acumula seis meses de cárcel más por falsedad documental, ya que utilizó documentos falsos durante su estancia en España. También deberán indemnizar conjunta y solidariamente a los herederos legales de la víctima con 50.000 euros, cantidad que ya ha sido abonada. En ambos casos han concurrido la agravante de disfraz y la atenuante cualificada de reparación del daño.

Los hechos ocurrieron sobre las 13.00 horas del 2 de junio de 2020. Con el acuerdo de conformidad, la resolución considera probadas las conclusiones de la Fiscalía, que señala que los dos acusados, «puestos de acuerdo y a cambio de remuneración económica», llegaron a esa hora a las inmediaciones de la calle Arturo Rubinstein en una Suzuki Burgam con el objetivo de acabar con la vida de Milos Perunicic, un ciudadano montenegrino.

Acribilllado

Cincuenta minutos más tarde, uno de los investigados se quedó en la moto a la altura de la calle Camilo José Cela ocultando su aspecto con una gorra y una mascarilla mientras su compañero, también con una gorra, acechó a su objetivo cuando cruzaba el paso de peatones que hay a la altura del edificio Gran Marbella. Allí le disparó cuatro veces por la espalda en el tórax posterior. Ya con la víctima en el suelo, el pistolero lo alcanzó otras ocho veces: cuatro en el tórax anterior; una en la parte posterior de la cabeza; otra en la boca; en la zona de la axila izquierda; y en los brazos. A continuación, los acusados huyeron en la moto. En el crimen utilizaron una pistola de la marca Grand Power que, hasta antes del acuerdo de conformidad, el fiscal defendía que había sido modificada para disparar de forma automática, por lo que se consideraba un arma de guerra. Finalmente, no ha sido así y los acusados han visto cómo la calificación de 10 años de prisión por depósito de armas de guerra se ha quedado en un año de cárcel por tenencia ilícita de armas.

Por encargo

La sentencia considera que en el crimen concurrieron la "alevosía y precio", es decir, que actuaron por encargo. "La víctima se hallaba indefensa, debido a que fue atacado por sorpresa y por la espalda", detalla la resolución antes de añadir que recibió los primeros disparos a corta distancia en zonas vitales que le hicieron caer al suelo. Entonces fue rematado, recibiendo un total de doce disparos sin posibilidad de reacción.

La investigación de la Policía Nacional situó el crimen dentro del conflicto que un grupo serbio y otro montenegrino iniciaron en 2014 tras la pérdida de un cargamento de cocaína.