Los padres de los alumnos del colegio público de infantil y primaria Romero Robledo de Antequera llevan desde 2008 esperando la ampliación del centro educativo, único inmueble público de estas características ubicado en el casco histórico de la localidad y en el que, por ser un edificio histórico, no se permite hacer las obras necesarias para dotarlo de servicios educativos del que disponen la mayoría de los centros públicos de la localidad.

Así, por ejemplo, este colegio no dispone de espacio suficiente para habilitar un comedor escolar o un salón de actos, y lo que es más importante, la configuración actual del edificio impide eliminar las barreras arquitectónicas.

Para solventar estas deficiencias, el Ayuntamiento de Antequera adquirió un solar contiguo al centro y otro en la parte posterior del mismo en 2008, momento en el que se hizo un anteproyecto y se incluyó la actuación como prioritaria en el plan «mejor escuela» de la Junta de Andalucía, pero la bajada presupuestaria hizo que la actuación quedará paralizada y seis años después aún no se ha realizado nada.

Hace unos días, la parlamentaria andaluza por Izquierda Unida, la antequerana Lola Quintana, dio a conocer a la administración educativa «la necesidad y urgencia de esta obra» en una reunión que mantuvo con el Servicio de Planificación de la Delegación de Educación y del Ampa del centro educativo. «En dicha reunión nos informan de que esta actuación esta programada, y que mientras se ejecuta la obra definitiva, se van a realizar actuaciones en los terrenos aledaños, con el fin de dotar de mayor espacio al centro y los estudios necesarios para eliminar barreras arquitectónicas», explicó Quintana.

El colegio Romero Robledo de Antequera es el único centro público situado en el casco histórico. «En esa zona hay una distribución de centros públicos y concertados bastante descompensada. Así, entre las calles Los Tintes y Carrera hay cuatro centros concertados y sólo este centro público. Esto ha sido causa permanente de problemas a la hora de asignar las distintas plazas que se ofrecen a las familias», detalló la parlamentaria andaluza.

Los terrenos aledaños que compró el Ayuntamiento, y que puso a disposición de la Junta de Andalucía para que acometiera las obras, permitirían dotar al centro de los servicios complementarios de que carece y evitar los problemas de acceso a personas y alumnos de movilidad reducida.

Del mismo modo, Quintana recordó que a propuesta del grupo municipal de Izquierda Unida, y por unanimidad de todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Antequera, se aprobó una moción a finales de 2012, solicitando que se acometieran las obras necesarias para dotar al centro de esos servicios.

«Desde entonces hemos venido reclamando su inclusión en el plan OLA, pero dado que el criterio prioritario ha sido la escolarización y estas actuaciones son de servicios complementarios, aún están a la espera de disponibilidad presupuestaria», afirmó la representante de IU.

Ya en diciembre de 2012 la dirección del centro de Educación Infantil y Primaria Romero Robledo en Antequera pidió al equipo de gobierno del Partido Popular que instara a la Junta de Andalucía a acometer las obras de ampliación del centro educativo. Una solicitud que también llegó al pleno antequerano en el mes de mayo del mismo año.

El centro educativo admitía en su escrito al Consistorio que el colegio necesita más espacio y más servicios propios de los centros educativos públicos con estas características.

A pesar de todos los escritos y solicitudes, la dirección del Romero Robledo asegura que aún no han tenido respuesta por parte del ente autonómico.

La ampliación, entre otras dependencias, contemplaría como «servicios urgentes y de máxima necesidad» la construcción de un comedor y un salón de actos.