La Asociación Almijara inicia un nuevo proyecto en la Finca La Donaira

Se trata de un plan piloto de olivares diversos integrados donde se aplicarán elementos de mejora para el suelo o la biodiversidad

Una vista de La Donaira. | L.O.

Una vista de La Donaira. | L.O. / celia paredes. montecorto

La asociación Almijara ha comenzado a trabajar en un nuevo plan medioambiental en la Finca La Donaira, en el término municipal de Montecorto, Serranía de Ronda, a través de un acuerdo de custodia del territorio.

Se trata de un proyecto piloto de olivares diversos integrados donde se aplicarán elementos básicos de mejora para el suelo, la biodiversidad y la geodiversidad de la arquitectura verde, en base a proyectos de éxito como Olivares Vivos o de Miel.

Para ello, llevarán a cabo una serie de acciones y prácticas sostenibles en una parcela de olivar de 1,44 hectáreas, donde actuarán aproximadamente en el 35% y 40% del suelo.

Entre ellas se encuentra la plantación de setos de especies aromáticas, como lavandín, lavanda y romero, para atraer especies polinizadoras y con un claro objetivo paisajista. También se cultivarán setos pantalla de arbustos autóctonos para mejorar la fauna beneficiosa, fundamentalmente los insectívoros con el fin de controlar plagas del olivar y roedores. De esta forma, se sembrarán aladiernos, lentisco, zumaque, cornicabra, escaramujo, majuelo, labiérnago, etc.

Además, crearán zanjas de percolación y de infiltración, unas con alpacas de paja y otras con siembra de vetiver para frenar la erosión y las escorrentías y retener la mayor cantidad de agua de lluvia, como forma de adaptación y mitigación ante los efectos del cambio climático.

Asimismo, formarán bancales antierosión con maderas de economía circular y muretes de piedra seca, rellenos de materiales orgánicos y minerales mejorantes.

Con balates o albarrales, desarrollarán alcorques para los olivos con mejoras de suelo que posteriormente serán sembrados con leguminosas de diferentes especies y variedades, grandes fijadoras de nitrógeno de manera natural, sin aportes insumos de síntesis. Una vez que termine esta experiencia, elaborarán una guía de especies y variedades de leguminosas para abono verde donde detallarán cada una de las mejoras observadas con cada una de ellas. Igualmente, montarán e instalarán refugios de biodiversidad y cajas nido de especies predadoras, incluyendo mariquitas, tijeretas, crisopas, etc. para mantener a raya la mosca del olivo y otras plagas.

Por último, llevarán a cabo un estudio y seguimiento del alzacola rojizo, una especie bioindicadora de zonas con baja contaminación y sin uso de fitosanitarios muy amenazada en la provincia y con grandes dudas de su estatus en la Serranía de Ronda. El objetivo es conseguir un modelo replicable y extrapolable a otras fincas agrícolas. «Es un proyecto que sirve de muestra al sector agrícola debido a que, los nuevos ecoesquemas y ecoregímenes de las nuevas PAC, obligan a implementar este tipo de soluciones basadas en la naturaleza, en aquellos cultivos que opten a subvenciones. Además, será el primer proyecto piloto de estas características en la provincia. Su implantación no sólo supondrá una experiencia innovadora en el territorio, sino también como placa de Petri en la investigación de cómo los ecoesquemas y ecoregímenes ayudan a mejorar los cultivos, la biodiversidad y la economía rural», ha explicado el responsable de Almijara, Miguel Ángel Barba.

El proyecto arrancará en las próximas semanas con jornadas formativas para los trabajadores de la finca, quienes serán los encargados de desarrollar y darle continuidad al proyecto, que tendrá una duración de un año.

La Finca La Donaira integra los parajes denominados La Donaira, El Peral y Alcaurías y fundamenta su actividad turística en la agroganadería ecológica. «Llevaban tiempo buscando asesoramiento para poder mantener su actividad de forma sostenible, para que la ganadería no acabase con la agricultura, así que le propusimos nuestro proyecto», ha detallado Barba, quien ha agradecido una vez más la financiación y patrocinio de CaixaBank.

Este proyecto llega tras la finalización del plan estratégico para la potenciación de los valores endógenos de Cuevas de San Marcos a través de la custodia del territorio desarrollado por el colectivo durante los dos últimos años y que ha concluido con la publicación de una guía sobre la flora y fauna de la sierra del Camorro donde se encuentra también la Cueva de Belda.