¿Usted piensa más en las vacaciones o en el sexo? Reflexione... Posiblemente si es mujer habrá elegido la primera opción a no ser que ande por los 18 o los 20, y si es hombre, de cualquier edad, habrá elegido la segunda. Eso al menos se desprende de un estudio realizado por la agencia de viajes lastminute.com entre 7.000 personas de diferentes países de Europa. Tras haber trasladado la pregunta a mis compañeros y compañeras del periódico, confirmo la rigurosidad de los resultados. Las mujeres, en general, dedicamos más tiempo a soñar con las vacaciones que con pegarnos un revolcón. Los hombres, no. Ellos siguen a lo suyo.

Lo que resulta más raro son los datos que se desprenden del informe este. Dicen que las españolas pensamos una media de 1,23 veces al día en el sexo y 1,75 veces en las vacaciones. Yo ¿qué quieren que les diga? ¿Sólo una vez y pico? Pues a mí me cuesta quitármelo de la cabeza... En cuanto a los hombres españoles, la encuesta concluye que fantasean con la tumbona y el pai pai 1,69 veces al día, y con el sexo 3,92. Pruebe a preguntar en la oficina a los hombres si es verdad que se acuerdan del sexo unas 4 veces al día y verá cómo le miran... Yo lo he hecho. Qué caritas... Eso sí. Contestar, les cuesta.

Es que andamos muy perjudicaos. Con tanto disgusto, lo raro es que alguien se acuerde de estas cosas. Nos calentamos la cabeza con la prima de riesgo y con Bankia y con el IBI, y así apenas nos queda tiempo para pensar en lo que de verdad importa. Pero vamos, ¡si los alemanes nos ganan hasta en esto! 4,29 veces se acuerdan ellos al día. Nosotros, eso sí, superamos a los italianos que, según este estudio, apenas piensan 3 veces en el sexo. Los griegos no aparecen en el ranking. O no andan para encuestas o ya han dejado de pensar en nada. Hay que entenderlo, tener los ojos de medio mundo puestos encima, es lo que tiene, que, o tienes un puntillo canalla y exhibicionista o se te quitan las ganas. Ya veremos cómo andamos nosotros cuando repitan el estudio dentro de un año. Aunque, si nos siguen fastidiando, igual nos salimos de la encuesta y, por no tener otra cosa que hacer o por hartazgo, pasamos de los pensamientos a las obras y nos dedicamos de verdad a lo que nos apetece. Ni una ni dos ni cuatro veces, sino todo el día dedicado a holgazanear y a hacer el amor.