Tal y como lo veo yo, el bipartidismo ha muerto. Si los anteriores nos han dejado como estábamos y los de ahora nos están poniendo como lo están haciendo, ¿para qué nos sirven unos y otros? ¿Qué de bueno tienen unos y otros?, ¿no son tan inútiles e inoperantes unos y otros?

Ellos solos han demostrado que tanto unos como otros son perros con la única diferencia en el color de su collar, ese color que parece atraer burdamente cual si fuera el flautista de Hamelin a tanto ignorante que lo sigue mansamente, tanto a unos como a otros, y que son capaces de ignorar lo malo y lo nefasto que son los de su color para defenderlo a muerte por encima de todo, y en contra del color del de enfrente.

¡Cómo se ríen de todos nosotros, de los unos y de los otros!, ¡cómo disfrutan con nuestra ignorancia e inocencia ante tal brutal y deshonesto abuso del poder durante décadas!

Sres./sras., me desengancho de tal mal y perversa droga; ya no miraré más a unos o a otros. Ahora buscaré, libre de las ataduras de un color rojo o azul, a aquellos que estén limpios de pecados pasados para darles la oportunidad que ustedes ya han desperdiciado y perdido para siempre.

¡Abajo el bipartidismo, viva la otra alternativa!

El fin del bipartidismoLoren Pérez MartínezMálaga