Juicio de valores

Ya todos se movilizan en busca de la tan ansiada intención de voto, de la que tanto esperan conseguir en las urnas de las elecciones europeas del 25-M, porque dicho sea de paso, su resultado va a repercutir muy decisivamente en el funcionamiento de la Unión Europea y sus 27 países que la componen. Hacia las municipales y legislativas de España y con dudosas alternativas, la campaña se ha puesto al rojo vivo, haciendo que el Partido Popular magnifique la actual EPA con un sensible descenso del paro, sin matizar la temporalidad del mismo y la calidad de los nuevos contratos. Con un exceso de optimismo, alardean de estos datos como si fueran un indicio de recuperación del país, vaticinando el despegue de la economía y dejando atrás la recesión que se ha padecido hasta hoy. Pero lo cierto y verdadero es que la «elevada» altura de miras del Sr. Rajoy y su gobierno juegan con una ignorante ceguera hacia la realidad que vive la ciudadanía, mezclando sus macro-resultados y baja prima de riesgo que ocultan el malestar a pie de calle de sus políticas antisociales. Quieren ganar en Europa y desean utilizarlo para volver a lo suyo: «Echar atrás todo lo social conseguido en duras luchas de muchos años, y dejarnos sin derechos en la precariedad laboral y con unos sueldos de miseria. Sí, es cierto que se crea algo de empleo, pero en qué condiciones y perspectiva de futuro?: ninguna, porque incluso el que hoy tiene trabajo, sigue siendo pobre. Los ciudadanos requerimos del ejecutivo que hablen con total claridad y ante notario de lo que nos espera con esta supuesta «mejora», y de si vamos a recuperar al mismo ritmo, todo lo que hasta hoy nos han quitado de nuestras vidas, porque ciertamente, si no es así, no merecen ser votados.

Luis Vinuesa SerrateTorremolinos

Las críticas a Pep

En Alemania se culpa a Guardiola de la humillación de su Bayern en semifinales contra el Madrid. Además, se ha abierto un debate de que en Europa es el fin de una época, la del fútbol de toque. Es cierto que últimamente el equipo de Pep está practicando un juego previsible y poco efectivo, de hecho a veces me recuerda al Barça de los últimos años declinantes. Nada nuevo.

No discuto la manera de entender el fútbol de Guardiola, pero lo que sí es cierto es que para aplicar esas ideas necesitas disponer de los jugadores adecuados. Y me da la sensación que no es el caso.

Muchos aprovechan para mitificar a Tito y decir que todo lo que sucedió con ese Barça glorioso fue gracias a él. Pero yo estoy convencida de que el éxito fue la combinación de los dos; un gran motivador que sabía gestionar el grupo a la perfección junto con un genio de la táctica. Y, obviamente, con unos jugadores en plenitud.

Lo que ha pasado puede significar para muchos el fin del tiqui-taca por el juego al contragolpe. Pero también puede quedar en anécdota y que con unas simples modificaciones podamos seguir viendo ese juego que brillaba en los ojos de cualquier aficionado al fútbol.

Ana Martínez VilaMálaga