LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Siempre me ha producido horror y compasión esa plebe apoyando, jaleando una ejecución de la antigüedad, disfrutando con la venganza del sufrimiento del reo.

Hoy somos algo mejores, más civilizados pero no lo suficiente, las reacciones son semejantes. Manifestamos la misma crueldad si nos complacemos o hacemos chistes sobre personas que se lo merezcan o no, están en el trance de una condena, han de pagar su culpa sin duda pero en la medida de lo posible hemos de respetar su vergüenza, si ellos siguen sin tenerla, la de sus familiares. Así seremos más persona, más humanos. Si un colectivo, el que sea, es incomprendido, insultado o perseguido, la sociedad sale en su defensa como debe ser. Pero en lo referente al campo religioso en esta España nuestra, todo cambia: la fe se desprecia, es algo que debe acabar, producto de la incultura, trasnochado. La realidad es que sigue habiendo muchos creyentes consecuentes o no, de todas las religiones en todo el mundo, también en España. Se puede y se debe denunciar si hace falta, pero no perseguir , insultar sin motivo ni a nada ni a nadie. La fe para un creyente es algo muy profundo, muy serio, es su razón de ser, se comprenda o no, así es. Respetando las no creencias de los demás y la libertad de expresión y doliéndome como todas las personas de bien por las víctimas del terrorismo, de la sinrazón, no creo sea nada impropio que los creyentes pidamos respeto. La libertad de expresión es producto de la libertad y es un bien pero debe tener como todo un límite, y lo tiene. Ha habido y habrá muchas denuncias ante los tribunales a este respecto. Todos los que procuramos vivir nuestra fe sufrimos hoy día la persecución, ya sea subliminar, activa e incluso agresiva en algunos países. Nuestra única defensa es aclarar las ideas si procede y pedir respeto, no solo al amigo, al vecino, al compañero sino a la sociedad entera. Es una asignatura pendiente de nuestro tiempo.

Elena FernándezMálaga

Límites de velocidad

Ante la noticia de que la DGT quiere imponernos un límite de velocidad a los peatones me asaltan algunas dudas : ¿los niños que empiecen a andar o los que se recuperen de un ictus... deberán de llevar una «L»?, ¿tendremos que sacar un ticket de la hora mientras hacemos cola en la acera del INEM? ¿el día de la Hispanidad cuando desfilen los legionarios TVE nos pondrá bajo las imagines el texto «prueba realizada en circuito cerrado por peatones profesionales, no ande así en su ciudad» ? ¿radares ocultos en las aceras de circunvalación? ¿luces de freno en el culo junto a la matricula? ¿cadenas para zapatos por si nieva? «hijo mío anda despacito que las prisas no son buenas» ¡mamá que solo voy a por el pan y vivimos en el extrarradio! «¡ay, hijo, de trayectos cortos en aceras secundarias el cementerio está lleno!» ¿carreras ilegales de peatones en las aceras de los polígonos ? ¿te permitirán llevar un abeto ambientador colgando del pescuezo junto a un collar con fotos de tus hijos «papá no corras»... o te multarán por pitorrearte de la legalidad vigente? ¿si te quedas sin carné de peatón podrás ir al curro subido en la chepa de un vecino enrrollao o sobre el lomo de un animal como David el gnomo? Yo, como cualquier ciudadano de a pie, llevaré mi parte amistoso por si le piso un callo a alguien y un buen seguro a terceros por si se me sale una zapatilla doblando una esquina a 300 km/hora y lió la de Dios...

Juan Sabino del Río MartínezMálaga