Pobres Razones

Desde sectores eclesiásticos se reacciona intentando concienciar al católico medio y al medio católico de los perjuicios que este nuevo recorte implicaría ( menos tiempo para la asignatura de Religión), y al final de algunas misas se anima desde los púlpitos a firmar a la salida unos escritos denunciando la medida.

Pero el argumento central que se utiliza para animar a la firma es que con ello se enviarán al paro a muchos profesores de religión. Es decir: lo importante no es tanto que no se disponga ya apenas de minutos para impartir con un mínimo de decoro una asignatura fundamental en estos tiempos confusos, para que los críos conozcan a qué cultura pertenecen y qué valores amenazan los nuevos bárbaros, sino el posible paro de unos profesores. Por otro lado, la secretaria general de Podemos en Sevilla, crecida por la suficiencia que le otorgan los sondeos electorales, se atreve a cuestionar el futuro de la Semana Santa hispalense.

Y de nuevo se reacciona desde los medios eclesiásticos pero uniéndose al coro de quienes defienden la fiesta no por su trascendencia y significado religioso, sino por los importantísimos ingresos económicos que genera su celebración. Tanto en uno como en otro caso, la Iglesia se empobrece cuando centra sus argumentos en meras razones crematísticas.

Miguel Ángel Loma Pérez. Torremolinos

Aclárenos, señora Aguirre

Cuando la señora Aguirre dice ahora que se reprime su libertad de expresión al llevarla al juez por decir que Podemos «está con ETA», a pesar de que Podemos ha rechazado explícitamente a ETA y a todo otro terrorismo, ¿qué quiere decir? ¿Qué ya es opinable que ETA sea criminal? No parece probable, o aclárelo. La otra alternativa es que crea que la libertad de expresión ampara la calumnia. Esa concepción perversa de la libertad, que era la que durante el franquismo nos enseñaban para rechazar la libertad de expresión, es la que parece predominar en la «lideresa», como en el fundador y tantos otros dirigentes de su partido, que nunca han repudiado al dictador. Y ahora, en la democracia, como decía otro político, «utilizo la libertad que me dais, y en la que no creo, para alcanzar el poder con el que os la quitaré».

Alberto Becerra Montero. Málaga