Cartas al director

La idea de la salud como responsabilidad individual es algo que debiera empezar en la escuela promoviendo unas costumbres que nos permitan aprender desde la infancia a hacernos más responsables de nosotros mismos en cuánto a hábitos saludables se refiere. Uno de ellos es la alimentación.

Una costumbre que se generaliza en la calle a causa de la vida moderna y que comúnmente tiene consecuencias nocivas sobre nuestra salud, es el caso de la llamada comida basura. Otros la llaman comida rápida, fast food, comida chatarra, y en cualquier caso tan de moda por otra parte en el día a día de nuestra juventud cuando su grado de calidad es ínfimo. Esto es importante tenerlo en cuenta ya que además de provocar obesidad, el fast food perjudica el metabolismo al tiempo que condiciona que una persona vaya a tener la intención de mejorar su dieta en el futuro: por lo que nos encontramos que el simple hecho de consumir alimentos basura nos «engancha» sobrealimentándonos en exceso.

De ahí derivan los problemas de sobrepeso que venimos arrastrando, que tienen mucho que ver con el escape emocional que a veces se le da al hecho de comer detrás del que están, por otra parte, muchas tensiones cotidianas. Las frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y cereales han sido siempre un elemento importante en la alimentación y la primavera y el verano son los momentos adecuados para introducir estos cambios que en buena lógica no nos van a impedir comer de todo, aunque con moderación.

Luis Enrique Veiga RodríguezMálaga