«No termino de llevarme bien con el tiempo. A dos días de cumplir 88 años sigo siendo el niño aquél que jugaba a las canicas a la sombra del obelisco de la plaza de la Merced, verdadero testigo inmóvil de mi infancia». Ese hombre más bien de peso gallo, ojillos vivos como de cien pájaros a punto de echarse a volar por encima tuyo, mano en el bastón (serena en al aguante pero firme en la defensa) y voz grande como de diccionario si ese libro hablara con una sola voz y no con sus miles de voces calladas, decía esto ayer en la presentación en el Ayuntamiento de Málaga de su vigésimo cuarto premio a un solo poema, el premio dotado con seis mil euros que lleva su venerado nombre en esta ciudad: Alcántara -Feliz Cumpleaños, querido Manolo…-

Cabalgata de gatas

El asombro ante la lucidez de viejo y niño de Manuel Alcántara, probablemente instalado en esta etapa de su vida en la mejor versión de sí mismo, ya intelectualmente inabarcable, es lo más reseñable que ha pasado en esta primera semana del año. Lo demás, anda ya, es para echarle de no comer aparte. Primero estuvo lo del otro asombro, intencionado como todo pero cada vez más torpemente intencionado, por que hubiera una «reina maga» en alguna cabalgata de Reyes de Madrid. De golpe se me vienen a la cabeza dos mujeres que fueron el rey Baltasar en la cabalgata de Málaga, María Gámez y Carolina España, y ha habido más, sin escarnio ni alharaca por ello en años de cabalgatas democráticas. El ombligo de Madrid hace tiempo que dejó de ser un agujero negro que lo devora todo como si fuera nuevo, noticia y matriz del escándalo habido y por haber. Pero sigue en el empeño. Bien lo reflejaba el periodista Fernando J Pérez en Twitter, sabedor de ambos raseros informativos aún en plena era digitalmente globalizada. ¡Anda ya!...

Teletubbies políticos

Por otro lado, a qué tanto aspaviento. Incluso en el Vaticano una mujer se vistió de rey mago, que no de reina, sin que Carmena, que se sepa, haya tenido nada que ver. En los demás inventos no me meto. Pero si hay o no animales o que una piara de ocas no salga en el cortejo no puede ocupar tanto espacio informativo. Ni los trajes a lo Ágata Ruiz de la Prada entre étnicos y de teletubbies que llevaban los Reyes de Madrid me merecen mayor atención. Porque tampoco es que nos hayamos caracterizado casi nunca por mimar la iconografía mágica de la leyenda bíblica a los ojos de los niños. Uno recuerda a reyes magos con un lado de la cara mal pintada de betún y la otra blanca, o con barbas de saldo a las que se les veía el elástico y puestas por momentos debajo más de la oreja que de la nariz. Ni un minuto en esas guerras que no son nuestras. Son sus intencionadas tontas guerras.

La Cónsula cerrada

Lo que debería asombrarnos de verdad es lo de La Cónsula, centro de excelencia hostelera andaluza generadora de estrellas Michelin, hasta que la Junta se ha empeñado en cargársela. El crítico tuit del afamado cocinero José Andrés, firme opositor en EEUU a Donald Trump (el extremo casi candidato republicano a la Casa Blanca), no estaba lejos del sentido común: «Cómo Susana Díaz puede aspirar a liderar el país, cuando no puede salvar esa escuela tan importante para el turismo andaluz» Y cómo puede la presidenta andaluza dejar que esto la deje en evidencia de una manera tan aparatosa y global. Sobre todo cuando fue ella misma la que dio un paso adelante ante los alumnos que se manifestaban en un acto político en Málaga y les prometió que se pondría a solucionarlo, o cuando el pasado 4 de diciembre respondía al chef Dani García, muy preocupado con el centro del que fue alumno y apoyado por Antonio Banderas, que los estudiantes de La Cónsula cumplirían sus sueños. Incapacidad, torpeza, desidia, naufragio institucional… ¿hay alguien ahí?

Intragable

Cómo duele ver que en Euskadi apuestan por la denominada primera facultad de cocina de España, el Basque Culinary Center, y nosotros aquí, en plena era mediática de los Máster Chef, sembramos de sospechas y abandonamos hasta su cierre de nuevo un centro que debía ser impulsado, repensado quizá como una fundación pública y privada, a la manera del centro vasco, y resituado en el contexto internacional como un gran éxito ya probado de la política turística andaluza. Pero por mucho que uno ha preguntado, el revuelto de repuestas, quizá con alguna seta envenenada, no hay quien se lo trague.

Málaga en el Times

Pese a todo, Picasso, la playa, el Pompidou, el Museo Ruso, el Carmen Thyssen, el AVE a Madrid y Barcelona, la playa, el aeropuerto y los vuelos directos con Nueva York… han hecho que el New York Times vuelva a calificar a Málaga como uno de los 52 destinos imprescindibles del mundo. Estas cosas hay que aprovecharlas… Porque hoy es sábado.