Corrupción: Factor humano, por Lluís Vinuesa Serrate

"Saquémosle el máximo provecho, porque la vida es corta"

Y esto es lo que consciente o inconscientemente llevan inmente quienes, lejos de ganarse el sustento como cualquier hijo de vecino que se precie de ser honrado, lo hace con los medios que su cargo público le concede, sabedor de su incorrección, pero creyéndose con derecho a una hipotética inmunidad del sistema, por el hecho, en la mayoría de los casos, de estar aforado calculando dilatar todo proceso al Tribunal Supremo, para que precriba y salir impune con un dinero a buen recaudo.

Lo hemos visto y seguiremos viéndolo, porque la tentación es demasiado grande y los controles ineficaces, ante las "maestrías" que se las ingenian para no ser detectados.

Quien controle el sistema anticorrupción debiera ser muy estricto, cambiable, secreto e itinerante, para captar "intenciones" antes de que se hagan realidades, y destituir fulminan-temente a quienes hayan pretendido ponerlas en marcha.

Este, digamos castigo, ahorra querellas, juicios, sentencias, dinero y pérdidas de tiempo, pero lo que sí deberemos observar con mucha cautela y detenimiento, es que los controladores no se dejen sobornar por sobornadores.