Notas de domingo

Calor y audacias

La ola de calor subió esta semana el termómetro en Málaga hasta los 40ºC

La ola de calor subió esta semana el termómetro en Málaga hasta los 40ºC / Álex Zea

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Lunes. Qué calor. Qué escribir de original sobre el calor ya. En días como hoy domina nuestras vidas, nuestra capacidad de adjetivar, incita a la blasfemia y no deja mucho margen para vivir. La tele no habla de otra cosa. Pienso en novelas que retraten el calor. En algo hay que pensar. Hay una rara complicidad en las miradas que nos cruzamos los sudorosos viandantes a las tres de la tarde por una de esas plazas cementosas y huérfanas, ayunas, de árboles.

Martes. Alguien pregunta en Twitter sobre el picoteo adecuado para ver el debate electoral en Canal Sur. Es entonces cuando caigo, ya comenzado el lance, en mi poca previsión. Juraría que queda vino. «Saca el jamón ya, José María», me dice Amaya desde otra habitación como leyéndome el pensamiento. Y lo mejor es que me lee el pensamiento a través de un tabique. Los frutos secos son más para los partidos. Pero estos son partidos también, partidos políticos, pero bueno. Con estas labores de avituayamiento me pierdo la primera intervención. Con la segunda copa de vino decido escribir un hilo en Twitter sobre el debate. Moderado éxito. Me paso la noche bebiendo agua. Se han juntado las tres cosas que me dan sed: el calor, los cacahuetes y la política.

Miércoles. Exterior día. Piscina. «Tengo un miedo de cucaracha ante la inminente aparición del mamotreto», le dice Gabriel García Márquez a Julio Cortázar (Las cartas del boom, Alfaguara) en referencia a Cien años de Soledad. Junio de 1967. Te envío un ejemplar caliente, dice Gabo, ya que he ordenado a la editorial que los ejemplares «de mafia» se entreguen antes que a mí mismo. Joder con los miedos. La inseguridad del escritor y tal. Vaya documento. Cucaracha: qué preciso Márquez. Bendita mafia: Vargas Llosa, Carlos Fuentes. Y tantos otros. Ceno lechuga. Durante el visionado de la serie que nos ocupa no se me va de la cabeza la palabra cucaracha. Mal asunto.

Jueves. Muy temprano. Algarabía infantil. Risas. Abracitos. Qué negocio éste de los campamentos. Y qué necesarios. El monitor nos informa de que hoy irán a jugar al fútbol, mañana a un museo y pasado a la playa. Oído el menú me dan ganas de adoptar un plan de vida similar. Si acaso cambiando el fútbol por algo menos cansado. Ser padre es que te asalte inesperadamente la sospecha e intranquilidad de que tal vez no le has metido a tu hijo el desayuno en la mochila. Si es que hemos llevado la mochila. Corro a la redacción. Paladeo la frase: corro a la redacción. Yo creo que algún día la echaré de menos. La frase. Escribo, atiendo correos, me reúno. Entro en 101 TV a charlar sobre la campaña en el programa de Roberto López. Con Juande Villena (PP). No estoy muy seguro de haber dado bin en pantalla con la camiseta que llevo. El calor es la abdicación de la elegancia.

Viernes. Radio. En lo de Jesús Vigorra con Javier Rubio (ABC) y María Antonia Sánchez (Ideal). Entre los adminículos del buen comentarista (cómo me ronda escribir un manual jocoso sobre el tertuliano) no puede faltar el café a mano. Presiento que me he equivocado de bote y he echado a la cafetera descafeinado. Almuerzo en el Trocadero Arena de Marbella. En mesa cercana está un exfutbolista. Busco en Youtube algunos de sus goles. Informo de la cuestión a mi hijo. Vamos, me dice. No tengo el día audaz. Nos quedamos sin autógrafo.

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