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Nieve o abejas

Parece que este año los pasteles son cosa de dos: La sociedad de la nieve (13 candidaturas) y 20.000 especies de abejas (15 candidaturas)

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Fotogramas de '20.000 especies de abejas', 'Cerrar los ojos', 'La sociedad de la nieve', 'Un amor' y 'Saben aquell'.

Fotogramas de '20.000 especies de abejas', 'Cerrar los ojos', 'La sociedad de la nieve', 'Un amor' y 'Saben aquell'.

Jesús Javier Prado

Jesús Javier Prado

Los Goya otra vez, y van… treinta y ocho ediciones, casi nada. Son ya casi como ese familiar al que agradeces ver tras un tiempo sin saber de él, pero que una vez liquidadas las aceitunas y pasada revista a los dimes y diretes del pueblo deseas que se largue cuanto antes. De las treinta y ocho visitas, solo un puñadito de ellas fue un buen espectáculo televisivo. La gran mayoría de las veces ha sido irregular, lenta, muy larga: sorprende que gente que se dedica a crear espectáculo no sea capaz de hacer dos horas de programa atractivo y entretenido. Pero es que es imposible hacer algo así con 28 categorías y sin filtrado alguno en los agradecimientos (Sigourney Weaver va a flipar. Yo me conformo con que nadie agradezca nada a los concuñados por parte de madre: son lo peor). Parece que este año los pasteles son cosa de dos:

La nieve. De La sociedad de la nieve (13 candidaturas) ya se ha dicho todo. La película más cara (60 millones de euros) del cine español es un peliculón brutal y osado que hace que te hundas en el asiento nada más empezar y no te muevas en casi tres horas. La nieve se te viene encima y te acogota. Bayona es ya un figurón mundial en esto del cine, pero tiene varios problemas: no se da importancia alguna y es asquerosamente normal. En condiciones normales (y tratándose de unos premios de la industria del cine) en la gala de los Goya debería arrasar para ir con fuerza a los Oscar, pero….

Las abejas. El sorpresón del año. 20.000 especies de abejas (15 candidaturas) es una guía imprescindible para todos aquellos que quieran saber cómo es un niño de ocho años que empieza a querer ser una niña de 8 años. La película es lo trans despojado de doctrina, de sectarismo, de versiones impuestas y dogmáticas, de recelos y maldades. La película, que a veces casi parece un documental, esta llena de sensibilidad y de ternura, en el mejor sentido de la palabra, a la vez que expone sin dramatismos y sin superficialidades una circunstancia que supone toda una prueba para una madre ansiosa de respuestas que necesita un faro, un apoyo, saber que hay luz en algún sitio (Patricia López Arnáiz está fenomenal). La mirada del crío/a es de otro planeta. Te desarma, de principio a fin, te mira y te pregunta.

El debate. ¿Puede una película (la de las abejas), casi experimental, con una taquilla de apenas 900.000 euros, arrebatar el premio de mejor película a una que lleva más de 50 millones de visionados en Netflix (la de la nieve)? ¿Es normal que en 2023 tan sólo tres películas españolas hayan superado el millón de espectadores? ¿Son conscientes los/as directores/as de que cuatro de las cinco películas que optan al galardón de mejor película no han llegado a los 160.000 espectadores? ¿El cine español quiere mantenerse como industria o quiere ser otra cosa? ¿Queremos nieve, abejas o ni una cosa ni otra?