Marcaje en corto

Cuando madruga el domingo con calles cortadas

Fran Extremera

Fran Extremera

El domingo madruga en Málaga, como ocurrirá dentro de seis días, cuando amanece con calles cortadas y atascos en determinadas arterias principales, como consecuencia de alguna prueba deportiva. Madruga la ciudad si hay partido matinal en La Rosaleda, como sucedió ayer, o en el Martín Carpena.

Cuando el domingo madruga, el cronista de carreras urbanas y el fotoperiodista pueden cruzarse con estampas dignas de comentar. No las comentan porque el protagonista será el primero en meta, el ariete con la suerte de cara ante el gol o el máximo anotador cajista. Pero están ahí y tienen su relato.

El próximo domingo no serán pocos los jóvenes que crucen atónitas, o sin tónicas, miradas. Ellos de vuelta o de camino del after, a eso de las siete de la mañana, y de frente no pocos participantes en la media maratón Ciudad de Málaga. Los últimos intentan calentar sus músculos, mientras que los primeros, ya calientes, buscan fuera de la discoteca el fresco que les devuelva a lo cotidiano.

Duerme la ciudad un domingo a las ocho y cuarto de la mañana. Salvo si eres alcalde y toca dar el pistoletazo de salida. Salvo si eres corredor de fondo. Salvo si a las doce juega el Málaga CF y tienes concentración en La Roca. Salvo si eres agente encargado de evitar altercados en La Roca. Salvo si estás obligado, ya por cuarto año consecutivo, a sentarte como administrador judicial en el palco principal de La Rosaleda.

Los domingos a las siete de la mañana miles de corredores calientan motores de camino a la salida. Este próximo domingo tendrán que cubrir 21 kilómetros, pero muchos prefieren extender ese largo trecho con cuatro o cinco más. El calentamiento es fundamental para evitar lesiones. Y para estar en forma, que el sedentarismo, como la mala alimentación, son enemigos de la buena salud.

Coge el fotoperiodista pronto un buen lugar en la salida. Enfocado hacia quienes, como el alcalde, presidirán el pistoletazo. Se pregunta el compañero del cronista quién habrá dormido menos en la ciudad. El propio fotógrafo se ha tirado toda la semana de alfombra roja en alfombra, por cuestiones de cubrir otra edición del festival de cine, pero no menos atareado estuvo el alcalde durante los últimos días.

Peor hubiese sido hacer coincidir la media maratón con los preámbulos de Semana Santa. Pero lo de que se pise con la alfombra roja tampoco ayuda. En estas me recuerda que hace dos septiembres hubo que cambiarle el itinerario a una prueba deportiva en el corazón de la ciudad. Y todo porque había un traslado cofrade. Ahí nos dimos cuenta, fotoperiodista y cronista, de que las cofradías están por delante del deporte popular en la Costa del Sol.

Hoy lunes creo que es el día mundial de la Obesidad, aunque también en muchos países se conmemora el día internacional del Tenis. El deporte de la raqueta ayuda de manera preventiva a eludir la obesidad. Pero imagino que es casualidad esto de que coincidan ambas conmemoraciones. El sobrepeso tampoco ayuda a estar sano.

Decía que cualquier procesión o traslado tiene mayor peso específico que una prueba deportiva por las calles de la ciudad. Al menos por estas latitudes. Si hay que mover una meta o una salida, pues se mueve. Cambiar de sitio una casa hermandad o un tinglao es harina de otro costal, aunque por aquí (al menos en el litoral) no tengamos costaleros.

Este fin de semana arrancó el Mundial de Fórmula 1. Y ahora que sabemos que Madrid va a recuperar tan planetario circo del motor, por imaginar hasta imagino, al hilo de tanta prueba deportiva que atesora la capital malagueña, la opción de dejar instalados todo el año los graderíos de Semana Santa que toman Alameda y plaza de la Marina. Hasta de Sambódromo servirían.