¿Qué carajo es eso de la sociedad civil?, ¿cuál es su espíritu?, se pregunta mucha gente (yo mismo, sin ir más lejos). Podemos meter en ese saco sin fondo a miles de ONG, a organizaciones empresariales, sindicales y profesionales, al proceloso mundo de las fundaciones, reales o instrumentales, a las entidades culturales y deportivas, a movimientos vecinales o asociativos y hasta a las redes virtuales de cualquier cosa mínimamente organizadas. O bien, por exclusión, a todo agregado humano que no forme parte de los 5 poderes (los 3 de toda la vida + prensa + iglesia). Pero por esas vías no hallaríamos su espíritu, el que identifica su función y propósito. Resulta más clarificador decir que la sociedad civil es José Andrés y todo lo que se le parezca de algún modo. El censo de personas físicas o jurídicas comprometidas de modo efectivo con la sociedad y los valores que ayudan a mejorarla.
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