Opinión | Marcaje en Corto

Las Panteras y toda Málaga se merecen respeto

El Costa del Sol - Bera Bera de semifinales de Liga, en imágenes

El Costa del Sol - Bera Bera de semifinales de Liga, en imágenes

Fue este domingo, con las cámaras de Teledeporte en directo, a los ojos de toda esa España que por el balonmano muere. Y no sé si en otra cadena volvía a repetir ‘Atraco a las 3’, porque eran ya las seis. El caso es que se jugaban las ‘panteras’, nuestras ‘panteras’, las de toda Málaga, imponerse al superpoderoso y experimentado Bera Bera, flamante campeón de la Copa de la Reina, y ganarse en Carranque un puesto más que merecido en la final de la Liga Guerreras Iberdrola.

Los renglones empezaron ya torcidos desde el primer instante. Porque la prolongación de la anterior retransmisión deportiva privó a muchos aficionados de poder ver en directo el arranque de la primera mitad. Ahí volaron las vascas, pero un parcial contundente contribuyó a que el Costa del Sol tomase las riendas y, con más o menos altibajos, encarase la recta final del partido por delante en el marcador.

No obstante, el duelo tuvo que haber sido mucho más cómodo. A domicilio, en el partido de ida, el cuadro malagueño perdió de un único tanto. Y ayer, como en las semifinales de la Copa de la Reina, como en momentos puntuales durante esta temporada, cada vez que había una duda en una acción puntual, el dedo pulgar siempre señalaba hacia arriba con el Bera Bera como beneficiario.

Las ‘panteras’ forzaron la prórroga con un golazo de Sole López. Soñaron con imponerse en esos diez añadidos que representan la nueva norma para anular el tercer partido en estos cruces ligueros del play off, pero los colegiados, cuyos nombres, no por apellidos repetidos, voy a omitir, acabaron por destrozar cualquier esperanza desde que el balón empezó a rodar en la primera mitad del tiempo extra.

Ni un solo penalti a favor en 60 minutos, lamentaría luego el técnico local, el hombre de los milagros, Suso Gallardo Romero. Y sería rotundo en su queja, así como en el motivo por el que explotó tras la conclusión: «Por mi club, que está peleando porque el balonmano español sea más grande. No estoy pidiendo que me regalen nada. Estoy pidiendo respeto».

Y ahí le has dado, Suso. Málaga entera, que tus panteras llevan por bandera, se merece otro trato. Porque ante rivales de la entidad y calidad que atesora todo un Bera Bera, histórico en este indescriptible y apasionante deporte, no hacen falta ayudas. «Ahora dirán que soy un llorón. Me da igual. La realidad la ve todo el mundo. Ellas han hecho un gran partido, pero no hace falta...», lamentaste con la razón de quien denuncia con el vídeo en la mano.

Suso quiso también recordar otro dato bastante importante. El balonmano español lleva años intentando que sus clubes recuperen el brillo continental de antaño. Recibir un trato en cuanto a las competiciones por equipos que refleje lo que después las selecciones han logrado en cuantas citas internacionales se han sucedido, con Hispanos y Guerreras como bandera global.

Pues resulta que el «único equipo que ha conseguido que el ranking de la Liga española suba dos puestos ha sido el Balonmano Málaga». Un club que ha exigido respeto con respeto. Es decir, por cauces internos, de manera silenciosa para no molestar a nadie. Pero todo vaso lleno, con una nueva gota, se derrama. Y la paciencia se acabó este domingo. «Creo que son muchas cositas que llevamos guardándonos, de comentarios por detrás. Hay que decirlo», recalcó Gallardo Romero.

Dicho queda y aquí por escrito, reflejado estará. No has dicho nada sancionable, Suso. Tienes que dar en efecto la cara por tus jugadoras, por ese público entregado que abarrota el Pérez Canca. Por ellas, por ellos. Por Málaga, que se merece respeto. Pues más de uno sólo se lo demuestra cuando, de vacaciones, viene a la caza del espeto, de la ciudad de moda, o de las playas a cinco minutos de los grandes museos.