Martes Santo

Rescate y la música, un maridaje perfecto

La importancia de las crucetas y de los ensayos se pone de relieve con la cofradía del Rescate

Una soprano canta el Ave María la Virgen de Gracia en la salida de la calle Agua.

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

La llegada de la Semana Santa es, o al menos debe ser, un parón en las cuitas diaria que nos apesadumbran. Es momento de darle importancia a la salida procesional y, a salir a la calle a encontrarse con la vida que bulle en las devociones.

Leo en Twitter la opinión de uno que dice que no le gusta la Semana Santa andaluza porque la ve poco seria, no como la castellana. Quizá es porque aquí no se pase un museo por la calle, sino que se sale en procesión y se vive. Y la vida tiene de todo, no solo silencio. Como la música, tan importante para transmitir sensaciones y emociones. Hay quien no tiene fe, pero se acerca a la Semana Santa por momentos como los vividos en la calle Agua con la hermandad del Rescate. Un primer paso que abre un mundo.

La calle Agua volvía a estar llena, como sólo está los Martes Santo. Los policías desalojaban, una y otra vez, el único hueco libre de la calle, la pared frente a la casa hermandad y donde las cabezas de varal llegan antes de dar la curva. Estar allí y mirar el cielo nublado hacía recordar el Martes Santo del año pasado, cuando la lluvia frustró la vuelta de esta hermandad a la calle tras los duros años de la pandemia. Fue un momento complicado y este año la hermandad se quería resarcir. Y bien que lo hizo.

Los nazarenos salieron ordenados desde el patio del vecino Colegio Maristas, permitiendo una mejor organización del cortejo, que se plantaba en la calle llenando de color la calle Agua y la calle Victoria. El trono del Señor ganó la calle con los sones de la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir. Qué buen maridaje realiza el trono con esta formación musical.

Con "Al compás de la calle Agua" el trono se deja llevar por la música en una coreografía ensayada por los hombres de trono. Mecidas, pasos cortos, paradas... Así, poco a poco y al compás ­­-como el nombre de la marcha- el trono llega a la salida a la calle Victoria. A la vuelta de la esquina lo espera un barrio entero y luego, Málaga.

Virgen de Gracia

Pero la Virgen de Gracia viene detrás con su trono de estilo gótico y uno de los mejores palios de Málaga. Tras la maniobra de salida, llega a la altura de la capilla, para iniciar la salida a la calle Victoria. Allí la cofradía tiene una pequeña sorpresa. También la música es protagonista, aunque de otra forma.

La soprano Arancha Velasco interpreta un 'Ave María' que acompaña a la Virgen en su maniobra de salida a la Victoria, con el apoyo de la Banda de Música de la Vera+Cruz de Almogía. La voz de la soprano eleva este rezo cantado y dirige a los hombres de trono. Recogimiento y oración mientras el trono sale a la Victoria.

Pero no sólo la música es parte del mensaje. Es tan omnipresente, que su ausencia también puede ser un mensaje. En cuanto los tronos dieron la curva de entrada a la plaza de la Merced, desde la calle Victoria, la banda calló. Ni el tambor, ni los capataces, ni la campana sonó. Era un gesto de sensibilización de la cofradía por la celebración del Día Mundial de Autismo. Así pasó la hermandad, en silencio y pidiendo silencio, hasta la calle Álamos.

Escribo esto mientras escucho una portentosa marcha de la Agrupación Musical del Rescate, de Linares, acompañando al Nazareno de Nueva Esperanza en la calle Especería. Viva la música.