Entre 14.000 y 15.000 personas fueron desalojadas como medida de precaución a causa del incendio declarado ayer en un paraje de pinar del municipio de La Nucia, que afecta también a zonas de las poblaciones de Benidorm, Finestrat y Polop de la Marina.

El fuego se originó sobre las 9.30 horas, al parecer por la caída de una torre de alta tensión eléctrica, aunque este extremo no está por el momento confirmado.

El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, señaló en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) instalado en la sede de la Policía Local de La Nucia, que el fuerte viento reinante en la zona, que alcanzaba en ocasiones los 110 kilómetros por hora, estaba dificultando las labores de extinción e impide la actuación de los medios aéreos.

Castellano precisó que no hay que lamentar desgracias personales, aunque varios bomberos han tenido que atendidos por inhalación de humo. El desalojo preventivo de los vecinos de los núcleos residenciales ubicados en las inmediaciones del fuego se ha realizado con normalidad y sin incidentes, según el conseller.

Igualmente, comenzó el desalojo de vecinos de zonas residenciales de la población de Finestrat. Las autoridades habilitaron dos centros de salud de La Nucia para recibir a los desalojados, y acondicionado un almacén municipal, un pabellón de deportes y la casa de cultura para albergarlos.

El conseller precisó que el fuego afecta a dos sectores, uno urbano-forestal y el otro propiamente forestal, y que las llamas ya habían afectado a cuatro o cinco viviendas y a una nave del centro de reciclaje de residuos sólidos de Benidorm, cerca del parque temático Terra Natura, donde habitan algunos animales salvajes.

Los medios movilizados colocaron barreras de protección entre Terra Natura y el parque temático Terra Mítica, en el depósito de butano de Finestrat y en todas las gasolineras de la zona.

Los efectivos que trabajan en la extinción del fuego, más de medio millar, trataban de acortarlo con vistas a la noche, algo que era difícil por las intensas rachas de aire y la existencia de muchas viviendas. Las condiciones meteorológicas impedían la actuación de los medios aéreos, cuya intervención hoy dependerá otra vez de la fuerza del viento.

En concreto, los medios terrestres desplegados eran trece brigadas rurales de emergencias, seis autobombas, un número importante de unidades de los bomberos y diecisiete efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Otra dotación de la UME integrada por otros tantos efectivos se desplazaba en estos momentos hasta la zona y hay previsto movilizar una tercera unidad.

La Generalitat valenciana remitió por fax a todos los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana la recomendación de que no se celebren actividades en zonas con posible riesgo a causa del viento.