La crecida de los ríos Mundaú y Paraíba por las lluvias que se registran desde la semana pasada en el nordeste de Brasil ha dejado bajo las aguas una decena de ciudades de esa empobrecida región y ha causado al menos 41 muertos y 116.180 damnificados, informaron ater fuentes oficiales.

«Es como si hubiese pasado un tsunami por esas ciudades», dijo a Efe un portavoz del Cuerpo de Bomberos del estado de Alagoas, el más afectado por las lluvias.

Además, las autoridades buscan a 607 personas consideradas como desaparecidas, aunque éste número, calculado a partir de las denuncias de familiares, fue calificado por los bomberos como «flexible», puesto que hay personas de las que se tiene noticia pero no han encontrado a sus parientes.

Las crecidas de los dos ríos dejaron entre el viernes y el sábado un rastro de destrucción en varios municipios del estado de Alagoas, que hasta ahora siguen sin suministro de agua y energía eléctrica, y dependen de las ayudas enviadas por las autoridades.

Al menos 17.000 viviendas fueron arrasadas por el agua, al incrementarse además el nivel de los ríos por la ruptura de una represa, con lo que llegó a subir hasta 12 metros por encima de su cota en algunos lugares.

En Uni dos Palmares, una ciudad con 62.000 habitantes, cerca de 9.000 tuvieron que abandonar sus viviendas y 500 no han podido ser contactadas por sus familiares.

Las crecidas también castigaron fuertemente ciudades como Branquinha, Santana do Mundaú, Atalaia, Paulo Jacinto, Jacuípe, Murici y Quebrangulo, en las que las aguas destruyeron numerosas viviendas y puentes, y dejaron las calles cubiertas de lodo, basura y escombros.

Pese a que el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, llegó a decir en la noche del lunes que el número de desaparecidos superaba los mil, los bomberos aclararon que diferentes personas habían denunciado la desaparición de los mismos familiares.

Mientras que 15 de los 26 municipios afectados por las lluvias en Alagoas declararon estado de calamidad pública, en Pernambuco, con 54 municipios afectados por los temporales, nueve se declararon en calamidad y 30 estado de emergencia.

La Defensa Civil informó de que hasta ahora han sido distribuidas 243.000 toneladas de donativos, principalmente alimentos, medicinas y ropas, entre los damnificados, y que cada día son enviados 15 camiones cargados con ayuda hasta las ciudades afectadas.

La Presidencia de la República informó ayer de que ha liberado 100 millones de reales (unos 56,2 millones de dólares) para atender a las ciudades afectadas y que la mitad de esos recursos será enviada esta misma semana.

Los servicios de meteorología pronostican que, después de la pausa de las lluvias el domingo y el lunes, se prevén nuevos aguaceros en los próximos días.