Galicia

Detenido y en prisión uno de los okupas de la casa de Teo donde asesinaron a Asunta hace diez años

Agentes de la Guardia Civil se personaron ayer en el chalé de Rosario Porto para el arresto y traslado a Teixeiro de una de las personas que lo habitan de manera ilegal

La heredera ha denunciado y reclama la desokupación

Efectivos de la Guardia Civil procedieron ayer a la detención y traslado a la cárcel de uno de los okupas del chalé del caso Asunta.

Efectivos de la Guardia Civil procedieron ayer a la detención y traslado a la cárcel de uno de los okupas del chalé del caso Asunta. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Arturo Reboyras

Dos coches de la Guardia Civil, uno de camuflaje, llamaban este lunes a mediodía la atención de un grupo de vecinos de Montouto (Teo, A Coruña), sobre todo porque los agentes de la Benemérita buscaban algo o a alguien en las inmediaciones del chalé donde hace una década se produjo un crimen que conmocionó Compostela. Este jueves se cumplen diez años desde que la noticia del asesinato de la pequeña Asunta Fang Yong Basterra Porto, de 12 años, abrió una nueva página en la historia de la crónica negra de la capital gallega. El suyo es el relato de una niña adoptada en China en el año 2001 por el matrimonio conformado por la abogada Rosario Porto Ortega y el periodista Alfonso Basterra Camporro, los mismos que doce años después, un trágico 21 de septiembre de 2013, fecha marcada para siempre en la memoria colectiva de Santiago, acabarían con su vida.

En el transcurso de esta década han corrido ríos de tinta sobre un caso que se cerró con una condena de 20 años a prisión para los dos padres, tras demostrarse que venían desde hacía tiempo sedando a la pequeña Asunta con altas dosis de lorazepam en el marco de un plan para acabar con su vida. Su cuerpo fue hallado la madrugada de aquel 22 de septiembre en una pista forestal en Cacheiras (Teo). El móvil, pese a las diferentes conjeturas que se barajaron, nunca se ha esclarecido, puesto que ni Alfonso Basterra, que cumple su pena en Teixeiro, ni Rosario Porto, que se suicidó en 2020 en la cárcel de Brieva (Ávila), jamás admitieron los hechos ni mostraron ningún arrepentimiento, defendiendo siempre su inocencia.

Según la sentencia, acabaron con la vida de Asunta asfixiándola, mientras la niña se encontraba completamente indefensa por todas las pastillas que le habían dado antes para sedarla. El lugar del crimen, el chalé familiar de los padres de Rosario, el recordado abogado Francisco Porto y la profesora de la USC Socorro Ortega, ubicado en Montouto, Teo.

Hasta este lugar se desplazaron ayer efectivos de la Guardia Civil, aunque tal y como informaron a EL CORREO fuentes del cuerpo, los motivos no tienen nada que ver con el recordado caso Asunta. Los agentes acudieron a este punto para arrestar a uno de los okupas que habitan de manera ilegal la vivienda desde que quedó semiabandonada al entrar Charo Porto en la cárcel en 2013. La Benemérita confirmó que este lunes se procedió a ejecutar una orden de detención y de ingreso en prisión de uno de los okupas, por motivos que no han trascendido. En el momento en el que los efectivos llegaron al chalé, este individuo no se encontraba en el interior, por lo que fue necesario esperar a que se personase. Cuando lo hizo, fue arrestado y trasladado a la cárcel de Teixeiro.

Siete mastines en la finca

Uno de los siete mastines que hay en la finca.

Uno de los siete mastines que hay en la finca. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Pero, además, este lunes también se produjo otro episodio relacionado con el chalé, después de que siete mastines de grandes dimensiones con los que conviven los inquilinos ilegales de la propiedad de los Porto se escaparan de la finca. Así lo indicaron fuentes policiales, que apuntaron que los animales fueron atrapados por miembros de Protección Civil, que los devolvieron a la casa.

Los vecinos del entorno, con los que pudo hablar este lunes EL CORREO, aseguran que no es la primera vez que los perros se escapan de la parcela, e incluso apuntan que “non é a primeira vez que atacan as galiñas”. Las fuentes policiales añaden que también hay constancia de que a los okupas se les escapó en una ocasión un cerdo de raza celta, que fue atrapado poco después por efectivos del servicio de Protección Civil.

Una amiga íntima de la familia

Chatarra que se acumula en el interior de la parcela.

Chatarra que se acumula en el interior de la parcela. / ANTONIO HERNÁNDEZ

Como se puede apreciar en las imágenes de Antonio Hernández, la casa de Teo se encuentra en un estado de conservación muy malo y completamente llena de basura y chatarra. Fue objeto de un incendio en 2020, cuando ya estaba okupada. La finca es actualmente propiedad de María Teresa Sampedro, conocida en el entorno familiar como La Nena, amiga íntima del matrimonio Porto Ortega y de la propia Charo. Fue la única que no la abandonó nunca y que no dejó de visitarla mientras cumplía condena en prisiones gallegas. Sampedro recibió buena parte del importante patrimonio familiar de los Porto Ortega: un piso en la rúa Xeneral Pardiñas, que ya ha vendido, la vivienda de Charo en la calle del Doutor Teixeiro, que está reformando; un piso de veraneo en Vilanova de Arousa, que alquila en Airbnb, y el chalé de Montouto.

Tal y como ha podido saber este periódico, La Nena ha denunciado ya en el juzgado la okupación y los destrozos de la casa, exigiendo que se ejecute el desahucio de las personas que la habitan ilegalmente cuanto antes. Como ya publicó hace un año EL CORREO, su intención es deshacerse de la finca, pero el hecho de que esté okupada por intrusos dificulta, por no decir que impide, que una operación de compraventa pueda salir adelante satisfactoriamente.