Operación conjunta

Cae una banda que secuestró a un empresario en Portugal al que dejó atado en un bosque de Barcelona

El grupo le quitó a la víctima más de 100.000 euros en transferencias bancarias usando la violencia e intentó raptar a una empresaria

Desarticulado un grupo criminal que secuestró a un empresario en Portugal y que apareció amordazado cerca de Barcelona

MOSSOS D´ESQUADRA

Germán González

Todo empezó el pasado 24 de agosto. Un empresario portugués, de 82 años, llegaba a una propiedad inmobiliaria que tenía a la venta en Almancil (Portugal) cuando debía mostrarla a posibles compradores. Sin embargo, varios hombres lo abordaron en su coche, lo golpearon y amenazaron con pistolas además de atarlo.

Así, recorrieron en el coche de la víctima 1.200 kilómetros durante 20 horas, primero por varias zonas de Portugal y después cruzando la frontera española hasta Collbató (Baix Llobregat). En un bosque de esta localidad dejaron abandonado al empresario atado a un árbol.

Un vecino que pasaba por una carretera cercana lo localizó y alertó a la Policia Local de Collbató que activó al Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM). La víctima fue trasladada a un ambulatorio ya que tenía numerosas lesiones. Mientras fue detenido, los secuestradores lo golpearon y amenazaron para conseguir sus claves bancarias y así transferirse a sus cuentas en Francia y Lituania unos 100.000 euros.

Los sospechosos intentaron defraudar más cantidades pero sin éxito y, además, robaron las tarjetas bancarias y el PIN de la víctima con las que hicieron reintegros en cajeros automáticos junto con compras de aparatos electrónicos en tiendas del centro de Barcelona. El hijo del empresario denunció su desaparición en portugal y se inició la colaboración entre los Mossos d'Esquadra y las autoridades de ese país además de la Policía Nacional y la Europol

Otro intento de rapto

A partir de esta denuncia se inició una investigación conjunta entre Mossos y Policía, con la participación de la Policía Judiciaria portuguesa, que permitió identificar y localizar a los sospechosos del secuestro, que residían en España. El pasado diciembre, un día antes de las detenciones, los sospechosos se fueron de forma inesperada a Portugal por lo que los agentes les siguieron el rastro.

Así, con ayuda de la policía portuguesa, descubrieron que su intención era secuestrar a una empresaria en Setúbal. La tarde del 11 de diciembre la víctima aparcó el coche ante su casa en esta localidad y, sin llegar a acceder a su domicilio, fue abordada por otro coche en el que viajaban tres personas.

Dos de ellas la amenazaron con un arma de fuego e intentaron que entrase por la fuerza en el asiento posterior de su coche, pero la pareja de la víctima escuchó sus gritos de alerta y salió de la vivienda para forcejear con los secuestradores, que desistieron en cometer el rapto aunque robaron el coche a la empresaria.

Hasta Torremolinos

Gracias a la geolocalización del vehículo, se ubicó a los secuestradores en Torremolinos. Allí, la Policía detuvo a cinco personas, de las que dos estarían relacionadas también con el primer secuestro del empresario. A partir de la declaración de las víctimas, los investigadores descubrieron que la banda actuaba de forma organizada ya que mientras tres personas se encargaban del secuestro el resto tenía la misión de vaciar las cuentas y esconder el dinero en un entramado bancario.

Sobre el secuestro del empresario, los Mossos localizaron a los sospechosos en municipios de Alicante, Málaga, y Murcia, además de otros países como Francia y Portugal. Por eso se estableció un equipo conjunto de investigación, en el marco del CITCO, que permitió identificar a los miembros de la banda para saber sus vinculaciones con otras personas. La Europol indagó sobre las transferencias bancarias realizadas por los investigados a cuentas corrientes de Francia y Lituania y con la información se pudo conseguir las evidencias necesarias para detener a todo el grupo de secuestradores.

9 detenidos

Tutelados por el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia 7 de Martorell y la Fiscalía de Sant Feliu, los agentes detuvieron a 9 personas. Además de los cinco de Torremolinos se arrestó a otros 4 en Alicante, Sucina (Murcia) y Málaga el 13 de diciembre. Seis sospechosos están relacionados con el secuestro del empresario en Almancil y con el intento de rapto de la empresaria en Setúbal (Portugal). 

Los agentes les acusan de los delitos de secuestro, robo con violencia y pertenencia a grupo criminal. En los registros de los domicilios de los sospechosos, en Alicante, Murcia y Málaga, en las que participaron Mossos de la División de Investigación Criminal junto con Policía Nacional, se encontró una pistola real y dos simuladas, aparatos de telefonía, documentación bancaria, bridas y ropa que presuntamente llevaban los investigados durante los raptos. 

También hallaron agendas con datos bancarios, y una impresora especializada que les permitía crear documentos con datos falsificados como tarjetas bancarias o licencias de conducción, con alta definición. La Policía Judiciaria de Portugal identificó a otros sospechosos que presuntamente estarían implicados en esta red criminal.

Por una carcasa

El inspector Rafael Montes, jefe de la División de Investigación criminal de la Región Metropolitana Sur de los Mossos, señaló queel empresario se desató del árbol y que andaba desorientada por el bosque hasta que el vecino lo encontró. Además, los agentes recuperaron una pulsera suya en el árbol en el que estuvo atado. Su vehículo se encontró aparcado en el aeropuerto de Barcelona y gracias al análisis de las huellas y de las cámaras de seguridad se pudo identicar a uno de los sospechosos.

Al resto se les siguió el rastro ya que el mismo día que dejaron a la víctima atada en un árbol pagaron con sus tarjetas de crédito en varios locales de restauración del centro de Barcelona e hicieron compras de objetos electrónicos, como telefonía móvil. Así se pudo examinar las cámaras de seguridad de las tiendad y gracias a las imágenes y las huellas se consiguió su identificación gracias a la colaboración de Europol y las autoridades francesas. 

Los tres autores de los secuestros eran de nacionalidad brasileña de entre 24 y 25 años que eran "muy violentos", según el inspector Montes, y tenían el apoyo de otro grupo de miembros de la banda que se encargaban de movilizar el dinero por entre varias cuentas bancarias para evitar su localización. Así, de las 3 transferencias iniciales de la cuenta del empresario se movieron a 52 cuentas bancarias, algunas creadas poco antes del rapto, lo que indica "planificación", según Montes.

El inspector Juan Castillo, jefe de la UDYCO de la Brigada Provincial de Policia Judicial de Alicante de la Policía Nacional, explicó que la identificación de los sospechosos se pudo hacer por una de sus compras en Barcelona, ya que adquirieron un teléfono móvil junto a una carcasa, "lo que indica que era para él". Por eso, rastrearon el número hasta Alicante, allí había tres sospechosos relacionados con el primer secuestro. Sin embargo, se detuvo a dos ya que el otro estaba en prisión provisional tras ser arrestado cuando quiso atracar a punta de pistola a trabajadores y clientes de un prostíbulo en Alicante.

Por su parte, el inspector jefe, Batista Correia, de la Policia Juciciària da Diretoria do Sul (Faro) señaló que los sospechosos seguían a las víctimas, que tenían un patrimonio alto, y que así planificaban el secuestro. El inspector Juan Castillo remarcó que los principales sospechosos tenían antecedentes por pequeños delitos en Francia y que eran "muy jóvenes" por lo que tras el primer rapto y el intento del segundo "podrían haber seguido actuando". Los tres acusados de cometer los secuestros están en prisión provisional mientras que el resto salieron en libertad con cargos por orden judicial.