El Marbella FC agrandó ayer su leyenda, al anotarse su séptima victoria liguera en otras tantas jornadas. Ningún conjunto de la historia moderna del grupo IV de Segunda B había sido capaz de protagonizar semejante arranque liguero.

El duelo ante el Mérida permaneció atascado hasta el inicio de la segunda mitad. Como en anteriores ocasiones, el capitán Añón, sin ser titular, volvió a ser determinante nada más saltar al terreno. Anotó el primer tanto local cuando sólo llevaba tres minutos sobr el césped. Recogió un rechace en el área y batió a Salcedo de disparo cruzado.

El meta Guille Lara evitó el empate instantes más tarde, tras un mano a mano con Yacine. Los visitantes no dejaban de presionar, pero ahí aprovechó Goti para culminar un contragolpe.

El cuadro extremeño no perdió la fe en el partido, pese a su mala posición clasificatoria y los dos goles que habían recibido. Así fue cómo en el minuto 90 lograron acortar diferencias. Fue por medio de Romero, al transformar magistralmente una falta directa. En el descuento, Niko pudo ampliar la cuenta del Marbella. Pero el resultado ya no se movió.