Txemi Urtasun se entrenó ayer a pleno rendimiento tras superar el esguince de tobillo que le ha mantenido fuera del equipo las últimas semanas. Su reaparición hoy es una incógnita, aunque parece arriesgado que tenga minutos.

¿Cómo está su tobillo?

Está bien, evolucionando positivamente y contento en este sentido, porque poco a poco voy haciendo más cosas.

Juegue o no, ¿es un partido especial para usted?

Sí. Esta claro. Ya no solo porque sea Unicaja. Cualquier partido que te pierdes es importante y más si es contra tu exequipo. Siempre tienes recuerdos de compañeros y de situaciones que lo hacen especial.

¿Cuál es su recuerdo de esas dos temporadas en el Unicaja?

Muy bueno, la verdad. Ese club me dio la posibilidad de jugar a otro nivel; jugar una competición como la Euroliga, disputar unas semifinales... Es un club que me ha permitido jugar por cosas importantes y a parte, por su afición y por la ciudad, han sido dos años en los que he estado muy a gusto.

¿Qué le faltó para triunfar?

Bueno, creo que tuve mala suerte en el inicio de la segunda temporada. Sufrí una lesión y eso me hizo empezar la temporada más tarde y tuve que entrar en el equipo a contrarreloj. La verdad es que no fue lo más indicado para entrar en el equipo pero creo que acabé bien, superando esa lesión a un buen nivel. Yo estoy contento, sobre todo por haber superado problemas complicados y por haber conseguido mi mejor nivel al final de temporada, cuando es realmente importante. Jugué buenos partidos de play off y jugando minutos importantes para ayudar al equipo. A partir de ahí, el club decidió no renovarme y lo respeto.

Toolson, Vasileiadis, Vázquez, Granger, ¿qué nombre le preocupa más?

Es complicado elegir, porque si no está Granger está Markovic y si no está Toolson está Vasileiadis, Kuzminskas o los dos americanos interiores. La verdad es que todos son muy buenos. Unicaja no depende de nadie en concreto.

Coincide con Aíto en que este es el partido más importante de este inicio de curso ¿Por qué?

Quizá podamos plantearnos que Madrid y Barça siempre están un par de peldaños por encima del resto y jugar en su casa es muy difícil para cualquiera, más incluso para un equipo como el nuestro que está todavía en construcción. Es el primer partido que tenemos en casa ante un rival de este nivel, por eso será un buen ejemplo para saber donde estamos.