El Unicaja vuelve a tener motivos para estar feliz y para celebrar éxitos. El pase a las semifinales de la Eurocup no supone ningún hecho histórico para el club. El Unicaja está donde tenía que estar: entre los cuatro mejores de la segunda competición continental. La remontada, el trabajo bien hecho y el pase a las semifinales fueron un buen motivo para que los técnicos y los jugadores abandonasen por un rato la rutina. No hubo pollo, pasta y bebidas energéticas en la cena del miércoles en Múnich. Muy al contrario, el equipo se marchó a un restaurante de la ciudad para hacer piña y festejar el gran momento vivido al conquistar el Audi Dome de Múnich.

Los jugadores y técnicos, además del resto de personas que forman parte del primer equipo, junto a Carlos Jiménez, el secretario técnico y máxima autoridad del club en el tercer partido de la serie, cenaron y se lo pasaron en grande en un restaurante. Después, un rato de asueto en un sitio de moda, para desconectar.

Joan Plaza, consciente de la carga de partidos (cuatro en apenas nueve días), decidió darle al equipo un par de días libres. En realidad, sólo uno. Porque la expedición verde voló desde Múnich hasta Madrid por la mañana, pero luego se desplazó a la capital de la Costa del Sol en AVE. Los jugadores llegaron a casa ya por la tarde, pasadas las 18.00 horas. Y hoy tendrán día de descanso. Plaza ha citado a sus hombres mañana sábado en el Carpena para preparar el duelo del domingo en casa ante el Joventut, a las 12.30 horas.